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Por la dignidad

El 22 de marzo de 2014 pasará a los anales de la historia de este país. El éxito de las Marchas de la Dignidad llegadas a Madrid y arropadas a su paso por la mayoría de la ciudadanía, es un hecho histórico.

Lanzarote, ¡ay, mi Lanzarote del alma!, salió a la calle. Miles de lanzaroteñas y lanzaroteños salimos a la calle, para decirle a este gobierno rancio, fascista, dictatorial, ultraconservador ¡Basta ya! Educación pública, laica y gratuita. Contra una ley Wert retrógrada. Sí a la música, sí a las humanidades.

Sanidad pública y al servicio del paciente. Contra la privatización.

Vivienda digna. Nadie sin techo. Stop desahucios.

Trabajo digno y estable. Nada de reformas laborales que recortan nuestros derechos y crea más paro y desempleo.

Justicia universal y accesible a toda la ciudadanía que proteja a todo ser humano.

Cultura para enriquecernos y crecer espiritualmente con el cine, el teatro, la danza y el arte en toda su dimensión.

Pensiones y jubilaciones dignas. Después de toda una vida de productividad nos merecemos disponer de un poder adquisitivo estable.

Protección y servicios para la dependencia, para la ayuda domiciliaria, para las familias en riesgo, para las víctimas de violencia de género que sufren el terrorismo machista.

No al petróleo en nuestras islas. Contaminante, destructor del medio marino, de nuestras costas que pone en peligro nuestro modo de vida

Nosotras, las mujeres, nos adherimos a estas reivindicaciones, pero además, estamos en pie de guerra debido a la presunta reforma de la actual Ley del Aborto que contempla todos los supuestos, pionera en Europa. Este gobierno pretende llevarnos a las cavernas y dejarnos desprotegidas, de manera, que las ricas podrán viajar al extranjero y abortar libremente y las pobres tendrán que hacerlo en la clandestinidad y a riesgo de su propia vida. Debido a la necesidad de visibilizar las múltiples formas de opresión que sufrimos las mujeres de clase trabajadora, las migrantes, las mayores, las jóvenes, las lesbianas, bisexuales, transexuales, intersexuales, las mujeres con diversidad funcional, las mujeres que ejercen la prostitución, las mujeres cuyos pueblos están oprimidos; y debido a la defensa de nuestros propios derechos y de toda la humanidad.

Sabemos y somos conscientes que queda mucho por hacer para que la Igualdad entre Hombres y Mujeres sea real y efectiva, por ello salimos a la calle para gritar y defender todas las mareas, verde, blanca, naranja, roja, violeta, negra, bicolor  y la que haga falta, porque somos absolutamente conscientes que para luchar contra la violencia de género, para convivir en una sociedad igualitaria es necesario que el resto de factores estén en equilibrio. Por eso nos daba igual el color de la marea.

Basta ya de egos ensalzados y dictatoriales en Lanzarote

(*) Vicenta Monge es presidenta de Tiemar.

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