PUBLICIDAD

Despilfarrando el presente

Las emociones son una fuente poderosa de información, cada una tiene una función determinada. Te avisan de que algo está sucediendo y te ayudan a afrontar la situación. Gracias a ellas podemos guiar y regular nuestro comportamiento.

Hoy hablamos de dos que merecen especial atención, por sus graves repercusiones en nuestra salud física y psíquica. Estas son: la culpa y la preocupación. ¿Las conoces? ¿Las has experimentado alguna vez? Estoy segura de que sí.

En una, nos remontamos al pasado por algo que ya sucedió, quedándonos anclados en ello, y en la otra, intentamos acceder a un futuro incierto. Cada una tiene su función, como dije anteriormente, el inconveniente surge cuando se instauran más allá de lo necesario para aprender de aquello o planificar lo venidero. Cuando hablo de preocupación no me refiero a planificar el futuro, sino a experimentar negativamente algo que está por llegar.

¿Podrías calcular el tiempo dedicado a ambas a lo largo de tu existencia? Cuanto despilfarro de tiempo, ¿verdad?¿Te facilitó ese estado emocional y mental arreglar el pasado o el futuro? Y una última pregunta, ¿sabes dónde estabas tú en esos momentos? Permíteme que te diga dónde no estabas, en el presente.

 Estabas inmovilizado arreglando nada. Cuando vives en el pasado, sientes angustia, pensando que podrías haber hecho las cosas mejor. Cuando estás preocupado por el futuro, experimentas miedo, ansiedad, etc. por lo que vendrá.

 Comprende que cuando estás en la culpa o en la preocupación, te olvidas de vivir el ahora. Y siempre se obtiene un beneficio anclándote a ellas, evitar actuar en el presente.  Dejar de ser responsable de ti ahora, impide emprender la marcha/acción para conseguir aquello que deseas. En ocasiones, resulta más sencillo ahondar en ellas y quedarte en modo pausa, que terminar de enfrentarte a lo que temes y/o te incomoda, ya que supondrá un esfuerzo y a la vez un incierto resultado, pero es la única vía para deshacerte de ellas y vivir en paz.

 Nos educaron en la creencia de  que la culpa y la preocupación son sinónimos de estar implicado, interesado, de que nos importa algo o alguien. En mi opinión, esto es un error, si algo importa, se actúa y nos movemos hacia ello. Una buena alternativa es aprender de aquello que no hicimos de un modo adecuado y, actuar ahora para tener un futuro mejor.

 Herramientas para construir un presente consciente:

 -          Recuerda que no arreglarás nada sintiendo culpa o preocupándote.

-          Pregúntate qué estás evitando hacer ahora a través de ellas.

-          Permítete que los demás no estén de acuerdo contigo. Apruébate.

-          Comprende qué valores y normas de los aprendidos te son útiles. Desecha lo que no te sirve y mantén lo que más te beneficie.

-          Relativiza las cosas.

-          Elige tu emoción en cada momento, es posible.

-          No permitas que los demás utilicen la culpa para conseguir lo que desean de ti. Recuérdales que son responsables de lo que quieran sentir y hacer.

 Deja de preocuparte por el ayer y el mañana. Permítete estar en el aquí y ahora. El mejor momento, ahora. Ocúpate y pasa a la acción. Lo que hagas ahora es lo que cuenta.

 

Victoria Camejo. Psicóloga Habilitada Sanitaria.

Psicología a domicilio, en consulta y on-line. Formación a particulares y empresas.

Nº Col. T- 2725.

Tel. 686423646.

Comments are now closed for this entry