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Oswaldo y Gladys, dos promesas, dos realidades

Recorrido electoral  (13)

En Yaiza y Teguise, dos municipios turísticos, de larga tradición de gobiernos nacionalistas e insularistas, de grandes personalismos y de alcaldes líderes, está a punto de salir una nueva hornada.  Tanto  Oswaldo Betancort como Gladys Acuña buscan, necesitan, la mayoría absoluta después de cuatro años de gobierno y pactos.

Los dos alcaldes más jóvenes de Lanzarote, compañeros de estudios en la Facultad de Derecho de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, rivalizan desde la distancia, a la vez que mantienen una estrecha amistad, por sacar la cabeza del huevo y convertirse en gallos de este corral electoral. Tienen personalidad, don de mando ( y de gente), están preparados y disfrutan estando todo el día para arriba y para abajo, corre para acá, corre para allá, ahora voy a una procesión después a una reunión, más tarde visito una obra  y por la noche me voy al asadero que toque. Son incansables y apuntan alto. Aunque tienen sus diferencias y las estrategias no coinciden. Vamos por partes.

Gladys Acuña, hastiada del PIL y sus sobresaltos judiciales, se hace fuerte en su trinchera, en el municipio de Yaiza, y capta a todo su grupo de gobierno para conquistar el poder sin ataduras. Quiere gobernar Yaiza, sin que nadie le imponga nada, sin que nadie le exija nada. Ella, su grupo y sus vecinos. Y Gladys se lo cree porque es como esas madres de antes que mezcla exigencia con buen humor, con lo que exige al grupo pero al mismo tiempo le echa un piropo o le cuenta un cuento. Gladys, que además de Acuña es Machín, sabe cómo tratar a la personas, y muy especialmente a su gente. Siempre está dispuesta a oír, a escuchar, busca la empatía por la escucha activa y después, cuando empatiza, se recrea en un buen humor y en una autocritica cómica que entretiene y gusta a los que la rodean. Tiene mérito que teniendo datos que le garantizaban la mayoría en el PIL diera el salto para marcar su propio destino junto con su grupo, con su nuevo partido Unidos por Yaiza. Todavía falta por demostrar sus intenciones pero para eso tendrá que ganar. Y la verdad es que en frente no tiene a un rival fuerte, y se enfrentará a partidos sin mucha estructura ni predicamento en el municipio, pero también se sabe que muchos puñitos hacen un montón y que la  mayoría absoluta, 9 concejales de 17 no es fácil.

En Teguise, Oswaldo Betancort (CC) es todo lo contrario. Lejos de arrinconarse, busca una mayoría absoluta que le quite los estorbos de un socio de gobierno y le permita completar en los próximos cuatros años su proyecto para el municipio. Lejos de aspirar a quedarse en Teguise hasta que los vecinos acaben aburriéndose de él, prefiere hacer lo mismo que Dimas Martín que a los 8 años de alcalde se fue al Cabildo.  Oswaldo no puede negar que siente admiración por Dimas y que aspira a hacer lo que no han podido sus hijos: mejorar los datos de Dimas. En principio ya accedió a la alcaldía sin tener que usar a un tránsfuga, aunque es verdad que ya estaba en el Ayuntamiento el mandato pasado y desde ahí ya hizo campaña para ser candidato. A él no le desagradan muchas cosas de Dimas pero no es partidario de las excentricidades  que le costaron su carrera política y le mantienen vinculado a la prisión sine día.

Oswaldo, si gana por mayoría absoluta, preparará su desembarco en el Cabildo para ser el recambio de Pedro San Ginés y dejar Teguise a otro compañero. Para eso tiene que hacer la lista pensando que alguno de ellos tendrá que ser también su recambio, y que necesita gente dispuesta a trabajar para hacer una gestión impresionante con la que presentar sus credenciales al Cabildo, y antes a CC. Oswaldo tiene mucho potencial y si sabe administrarlo sin abusar de las fotos de Flavio y la excesiva exposición mediática líder habemus.

En el caso de Teguise, la duda está en saber si el PIL también mengua en su casa, en el lugar donde nació y se crió. Sería, de ser así, la certificación oficial de su defunción definitiva y la consolidación de CC en el municipio con un Oswaldo de líder. La experiencia del hijo mayor de Dimas Martin ha estado muy forzada  y su fracaso era previsible por su pronta y precipitada entrada en política con un Juan Pedro Hernández de alcalde del PIL que le deja de cabeza de lista al emigrar con cargo de alcalde incluido a CC.  José Dimas no es Fabíán, por no decir que son la antítesis. Más rudo, más caliente, más arriesgado, José Dimas ya ha quemado sus barcos y mira con desconsuelo al hijo de pintor que se formó en derecho, que se coló en CC, que presidió el Comité Local, que desembarcó como él a la sombra de Juan Pedro para, en menos de un año, ir a las elecciones acompañado por un equipo de chicos y chicas jóvenes y sentarse en la alcaldía durante cuatro años con el propósito de cerrar definitivamente el ciclo de Dimas Martín e hijos. 

Desde el PSOE, José Brito aspira a, por lo menos, no perder concejales, aunque sabe que el gobierno está vez es difícil. Lleva una lista que da más pena que miedo pero por lo menos no lleva a José Domingo Morera, que a las primeras de cambio se le pone de parte del alcalde por unos sacos de guano y unas semillas de calabaza para su Concejalía de Agricultura. Pero no, José Domingo está tristón, está vez hasta su "querida compañera" Lourdes le puso la pata por arriba y le dejó sin puesto en la lista de Pepe Juan Cruz al Cabildo, al que le prometió cien años de enemistad y silencio por lo que considera una traición. Morera ya no es nadie en el PSOE de Teguise,  gastó sus energías en apoyar a Arredondo a la secretaría local, y ahora es esta la que enseña palmito colándose en la listas al Ayuntamiento, cuarta, y al Parlamento, tres, después de cuatro años de consejera sin pena ni gloria pero con un buen sueldo. Y él, ¡pobre Morera!,  tendrá que dejar su Concejalía de Agricultura para intentarlo con la jardinería en casa. ¡Pobre, Morera !

El PP, por su parte, descabezó su lista hasta en dos y tres ocasiones. Primero cansó a Rita Martín, que al romperse el pacto con Oswaldo se rajó y experimentó con Nacho, en otra equivocación improvisada en esa cosa oscura llamada CCN, que abandonó también. Después dejó que el primer inglés que engaño a Dimas y consiguió para él la primera inhabilitación, Roger Deign, dejara el acta con la excusa de promocionar  a una joven promesa y, finalmente, apea a Maria José Costa, que ya se veía cabeza de lista. Al final, tampoco. El futuro del PP en Teguise será Dorado.  No por su color, que está por ver, sino por el apellido de Francisco, el exgerente de Aetur durante muchos años que experimenta como político en busca de un porvenir en el municipio y en Costa Teguise.  Es, precisamente en esta zona, en Costa Teguise de donde pueden surgir sorpresas como Podemos y Ciudadanos. Se les espera en el Ayuntamiento aunque Oswaldo y sus chicos/as  están convencido que serán a costa de menos concejales del PP, PSOE y el PIL.

En el resto del municipio, la cosa suena a CC. Mucho más desde que el alcalde ya cerrara acuerdo con Sergio Machín para blindar la zona de Soo, Famara y alrededores, donde el más negro de los consejeros del Cabildo ha demostrado tener predicamento notable desde los tiempos en que el año 1995, sin partido ni gloria, se presentó por CC cuando era el PIL el que mandaba y casi deja a Juan Pedro Hernández sin mayoría absoluta al sacar dos concejales.

Oswaldo camina firme hacia la mayoría. Salvo que se pase con Flavio y se exponga de forma ridícula tiene el objetivo a su alcance. La cosa le pinta bien. Y él de pintura sabe un montón, aunque sea de brocha gorda.

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