PUBLICIDAD

La triple paridad ( y la parida triple)

Recorrido electoral  (60)

 Para encontrarnos tenemos que saber a qué tipo de persona estamos buscando. No basta con las buenas intenciones y desnudarse ante uno/a mismo/a con total sinceridad y sin sentido del ridículo. Eso, evidentemente, es necesario pero no suficiente. Hay que hacer, además, un esfuercito en salirnos del cuentito familiar, sueños interiorizados y promesas baldías. Y eso vale para mirarnos cada uno a nosotros mismos pero también para mirarnos todos a todos. A nosotros y a lo que nos rodea. Al nosotros que ocupa nuestra gente, nuestra tierra, nuestras aspiraciones, nuestros derechos y nuestros sueños. Y para eso no vale el pasodoble del Jardín de España, ni las Islas Afortunadas ni leche machanga. Estamos aquí, en el atlántico, cerca de áfrica, lejos de Europa, atrapados en siete u ocho peñascos, azotados por el siroco y  los alisios con todos nuestros complejos y singularidades, bajo el dominio de España desde los tiempos de Castilla, Isabel, Fernando y todos los que reyes después fueron y parieron. Ni tan siquiera los peñascos son del mismo tamaño, ni tienen la misma población ni aspiración. Los canariones hacen las cosas a "landós", los conejeros comemos "casne",  los chicharreros no salen de los "guachinches", los gomeros te silban por nada,  los herreños sesean por mil desde que abren la boca, los palmeros siguen subidos en la palma, hartos de rapaduras como enanos,  y los majoreros nos recuerdan que de islas menores nada, que  están las más pobladas y las otras, las menos pobladas.

Esa es la Canarias que tenemos. No es sólo la de dos millones de canarios y que decida la mayoría, no. La cosa es distinta. No puede ser igual que eso dos millones estén en una o dos islas o que estén repartidos de forma irregular por un archipiélago, que es nuestro territorio. Porque sabemos que Tenerife es una cosa y Gran Canaria es otra parecida pero enfrentada a la vez. Porque sabemos que hay una historia de relación de Tenerife con sus islas menos pobladas cercanas que dio lugar a la provincia de Santa Cruz  de Tenerife, al igual que pasa con Gran Canaria y estas islas de acá llamadas también las orientales.  Sabemos también (para que luego digan que no sabemos cosas)  que las islas más pobladas, Tenerife y Gran Canaria, que concentran el 80% de la población, son más tragonas que grandes, que se pelean entre ellas por repartirse el presupuesto regional y que a la menor excusa dejan sin nada al resto.

Ante esta situación, al construir los cimientos de la Comunidad Autónoma de Canarias a principios de los años ochenta y gracias a dos senadores de las islas menos pobladas, uno palmero y otro lanzaroteño, Acenk Galván y Rafael Stinga, se llamaban,  se consiguió lo que se conoce como la triple paridad, que es un equilibrio entre las islas para evitar que unas, las menos habitadas, sigan girando como satélites alrededor de los intereses de otras, las más pobladas. Para ello se convino que en el Parlamento de Canarias, donde recae la representación del pueblo canario, que no la soberanía, que no tiene, la suma de los parlamentarios de las cinco islas menos pobladas fuera igual  a la suma de las dos más pobladas (30+30), primera paridad. Además se decidió que cada isla mayor tuviera el mismo número de escaños ( 15, Gran Canaria; 15, Tenerife), segunda paridad. Y, por último, se aprobó también que en cada provincia  los escaños de la isla más poblada fuera igual a la suma de los escaños de las islas menores ( Gran Canaria, 15, Lanzarote, 8 y Fuerteventura, 7; Tenerife, 15, La Palma, 8, La Gomera, 4 y el Hierro, 3), triple paridad.

 Con este criterio, y es lo que cabrea a grancanarios y tinerfeños cuando encuentran oposición para salirse con la suya, el 80% de la población tiene la misma representación que el 20%. Pero, precisamente, por ser circunscripciones insulares y con peso del territorio en el reparto de escaños se consigue un equilibrio que amortigua el abandono de la periferia frente a un centro político condicionado por la representación parlamentaria, sede del que sale elegido el presidente del gobierno y aprobadas las normas que articulan este territorio discontinuo. Pues esa es la razón y el origen de la triple paridad. Y por eso el partido que más votos suma en Canarias no es el partido que saca más parlamentarios, condición reservada para los que son fuertes en las distintas islas y no sólo en las más pobladas.

Parida triple

Y la parida triple, en estos momentos de cambios, inestabilidades y propuestas de segundas vueltas para elegir al presidente, está en la intención de algunos canarios malintencionados de querer elegir al presidente de forma directa pero en una circunscripción regional. Vamos, que es tanto como decir que les dejemos a las islas más pobladas el derecho de pernada y que sean ellos, con sus casi dos millones de habitantes, los que decidan qué presidente gobierna en Canarias y los casi 400.000 restantes de las islas menos pobladas participamos para darle credibilidad al sistema y poco más. De eso, nada.

Si quieren segunda vuelta, de acuerdo. Pero respetando las circunscripciones insulares y las proporciones actuales. O sea, que los lanzaroteños, por elección mayoritaria si quiere, aporte 8 colegios electores, Fuerteventura 7, Gran Canaria 15, y así todas las islas y el candidato que suma más sea el presidente de Canarias. Pero de inventos con gaseosa nada, por mucha agua Firgas que haya en Gran Canaria y Vilaflor en Tenerife.

12 candidaturas para ocho parlamentarios

Bueno, pues sabiendo lo importante que son las elecciones al Parlamento para el equilibrio regional ya les he dicho en este recorrido que, por Lanzarote, se presentan 12 candidaturas incluyendo el  Partido Animalista contra el Maltrato Animal (PACMA), el Movimiento por la Unidad del Pueblo Canario (MUPC), Alternativa Nacionalista Canaria (ANC)  y Unión Progreso y Democracia (UPyD) , cuatro de las que no hemos tenido noticias durante toda la campaña, a las que se suma Canarias Decide como muy poco probables que accedan a la Cámara desde Lanzarote.

Quedan las siete restantes, entre las que figura  Unidos, que lleva al PIL, con Fabián Martín, como candidato que también parece que lo tiene muy difícil para entrar.  Las restantes seis fuerzas, parece que irán al Parlamento, repartiéndose los ocho parlamentarios. Sería la primera vez que Lanzarote metiera seis partidos en el parlamento. Los sondeos arrojan la entrada de CC, encabezada por David de la Hoz, que lleva de dos a Marciano Acuña y de tres a Migdalia Machín, con dos o tres parlamentarios ( perdería uno o dos), el PP que encabeza Astrid Pérez, con Fernando Figuereo de dos, que puede meter 1 ó 2 (perdería uno o ninguno), el PSOE con Loli Corujo de primera y Marcos Hernández de segundo con 1ó 2 ( ganaría uno o ninguno),  Podemos con María del Río Sánchez,  que sacaría 1, Ciudadanos con Nereida Cañado, 1 y Nueva Canarias con Gladys Acuña, 1.

Toda una suerte de partidos, seis posiblemente. Pero que van a entrar porque tienen cobertura regional porque los malsanos topes electorales impuestos por los grandes partidos para restringir la presencia de las minorías de las islas menos pobladas en el Parlamento sigue siendo una asignatura pendiente que atenta contra el espíritu de la triple paridad y su equilibrio representativo.  

Comments are now closed for this entry