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¿Cinco partidos? ocho diputados grancanarios

mitin psoe franquisCongreso y los diputados de Lanzarote (y III) Sorteo Nacional de Escaños (VIII)

 Tres lanzaroteños entraron por la puerta grande a las Cortes españolas en las mismas elecciones, en 2004, algo inédito hasta esas de 2004. Los tres no agotaron la legislatura porque Olivia Cedrés, en el año 2007, se embarcó en la operación de Juan Fernando López Aguilar, que se vio obligado a abandonar su Ministerio de Justicia del Gobierno de Zapatero para intentar el imposible de gobernar con mayoría absoluta en Canarias.

Con Aguilar de cabeza de lista, llegó Olivia al Congreso de los Diputados y con él de candidato a la Presidencia del Gobierno de Canarias llegó al Parlamento de Canarias, en una candidatura por Lanzarote que encabezaba Manuel Fajardo. Ella ya estaba en la Ejecutiva Insular, pasó a la Regional del PSOE, se presentó en esas mismas elecciones con poco fortuna a la Alcaldía de Yaiza y desapareció. Cuestión de la que se aprovechó mi amigo Miguel González para ponerse en puesto de salida al Congreso de los Diputados por el PSOE.

 

 González se implicó con Manuel Fajardo y Carlos Espino para dejar fuera del partido a Miguel Angel Leal, que controlaba el partido en ese momento y los tenía a ellos de arietes, y su gente, repitió de consejero en el Cabildo con Manuela Armas y Carlos Espino en el 2007 y en el 2008, pidió  a sus compañeros el pase de pernocta para intentar acompañar a Marcos Hernández Guillén a Madrid como candidato al Congreso de los Diputados. Aunque el tirón de Zapatero no fue suficiente para gobernar con mayoría absoluta sí ayudó para que Marcos iniciará su segunda legislatura en el Parlamento, y profundizara en su amistad con Patricia, y para que Miguel González se alejara del mundanal ruido político local y se moviera entre los popes del socialismo. Es verdad que la crisis económica y las exigencias de la Unión Europea cargaron de pólvora muy rápido las aspiraciones del PP, y lo que iban a ser cuatro años se quedaron en tres y medio, pero se disfrutó la experiencia. Más todavía porque también Cándido Reguera  volvió a salir elegido y él y Miguel eran muy buenos amigos de toda la vida, a pesar de sus diferencias ideológicas y de caracteres. Posiblemente, Cándido, que dejó el Congreso en 2010 para ser alcalde de Arrecife con moción de censura por medio,  fuera el diputado más cercano que tuviera Miguel y en muchas ocasiones compartieron pinchos y cañas baratas en el comedor del Parlamento.

La crisis que acabó con el trío y trajo al PP

 Pero la crisis lo desarboló todo. El PSOE, maniatado por la Unión Europea, tenía poco margen para las políticas sociales y se veía obligado a tomar decisiones incomprensibles para sus seguidores y contrarias a sus promesas. La aceleración de la destrucción de empleo y el empobrecimiento de la población, paradójicamente, revertió las simpatías electorales. El PP subía y subía mientras el PSOE hacia una política errática, que exhibía sus debilidades. Lejos de convocar elecciones de forma inmediata, para evitar el deterioro del partido, Zapatero se empeño en mantenerse en el gobierno hasta que el precipicio se hizo inevitable y la ola popular ya era imparable.

Esa ola azul, en 2011, dejó sin diputado y senador socialista a Lanzarote, mientras que favoreció que, por primera vez en la historia, el PP se llevara toda la representación, Congreso y Senado, metiendo allí a Francisco Cabrera y Oscar Luzardo, respectivamente, con cantidades de votos impresionantes, en detrimento de los socialistas y nacionalista. Ni Pedro San Ginés, que había salido reforzado de las elecciones locales seis meses antes, pudo hacer nada al Senado frente a la fuerza popular. Sólo la presencia de un viejo roquero local como candidato socialista al Senado atenuó el fracaso socialista.  Orlando Suárez consiguió quedar segundo, superando a San Ginés en uno seiscientos votos, aunque alejado de Oscar Luzardo por unos 5000 sufragios menos. No hace falta decir que Miguel González nada pudo hacer para conservar su escaño.

Y la crisis se lleva el bipartidismo y a los diputados de Lanzarote

Así hemos llegado aquí. Con un PP que ha subido en los últimos años en la isla, que aprovechó bien la ola para monopolizar la presencia de Lanzarote en Madrid, encima con mayoría absoluta allí de su partido. Pero por medio, sin que los partidos tradicionales lo hayan podido evitar, se han colado dos nuevas organizaciones, Podemos y Ciudadanos, que dinamitan el bipartidismo que tanto les gustaba al PSOE y al PP, y que les garantizaba la alternancia en el poder, sin demasiados compromisos. Y esto lo cambia todo.

De estas Elecciones Generales de 2015, muy posiblemente ningún lanzaroteño, salvando a Francisco Hernández Spínola que opta por Tenerife, que es su casa y su isla desde hace muchos años, llegue al Congreso de los Diputados. De las quince candidaturas que se presentan por la provincia de Las Palmas, contando las rocambolescas y poco representativas, que actúan como comparsas de decoración para satisfacción de minorías insignificantes electoralmente, en ninguna hay un lanzaroteño que entre en las expectativas de escaños de sus propios partidos.

 En el caso del PSOE, es evidente. Esperan sacar dos, un milagro sería sacar tres, y la candidata lanzaroteña Cristina Duque Ramírez va en el puesto número quinto y Pedro Jesús Suárez García, el hijo del recordado exalcalde de Tías, ya fallecido, Florencio Suárez, ocupa plaza de suplente. En el caso de Coalición Canaria, el alcalde de Teguise, Oswaldo Betancort, va de número dos más con la intención de empujar a ver si sacan uno que con la pretensión de llegar al Congreso de los Diputados.

Tampoco lo tiene nada fácil el actual diputado Nacional, Francisco Cabrera, que todo apunta a que aquí se acaba su periplo por tierras madrileñas. Aunque cuenta con el apoyo de Soria, y la inquina de todo el Comité Electoral del PP de  Lanzarote, que propuso a Joel Delgado  para sustituirlo en la lista, el hecho de que vaya en el puesto cuatro cuando el PP ve un éxito sacar tres deja claro que deberá centrarse en el Ayuntamiento de San Bartolomé de concejal de la oposición y volver al IES a dar clases para comprobar "las ventajas" de esa nueva ley de educación que ayudó a aprobar directamente.

Si de los partidos tradicionales nada se espera, menos se puede decir de los emergentes. Sus expectativas quedan más que cubiertas con los candidatos estrellas que han metido en Gran Canaria, entre las que destaca la cabeza de lista del Podemos, la conocida magistrada María Victoria Rosell que quiere cambiar el juzgado por un escaño que, si la cosa se pone morada, podría llevarla hasta, incluso, al Ministerio de Justicia.

Cinco partidos, 8 diputados de Gran Canaria

Los cinco partido con opción de conseguir escaño han concentrado los puestos con opciones en Gran Canaria. La posibilidad de que sea un reparto entre cinco, en lugar de entre tres, y encima de una forma más igualitaria, hace que los popes de Gran Canaria se queden con todo el paquete. Realmente, sería una enorme sorpresa que, desde los puestos que optan, entre algun lanzaroteño. Aunque estar en la lista siempre te da la posibilidad que, en posteriores ajustes, con repartos de cargos ejecutivos entre diputados quede libre alguno y se pueda ocupar a lo largo de la legislatura. Y me parece que el único que tiene alguna opción de eso es el propio Francisco  Cabrera, al que se le ve ya concienciado de que en estas elecciones se trata más de ayudar a ver si Oscar, renueva, que también lo tiene muy complicado, que de otra cosa. Además, deberá estar pensando también si ha valido la pena  utilizar el comodín de Soria para ir en la lista y echarse en contra a sus compañeros de Lanzarote para acabar dando clase a partir de enero.

En fin, cosas de políticos y la política. Mañana más.  

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