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El Gobierno de Canarias y Red Eléctrica deniegan a Endesa los permisos para desmantelar 13 grupos generadores de centrales eléctricas de La Palma, Fuerteventura y Lanzarote

 

 

 

Las diferentes peticiones fueron rechazadas en base a los informes requeridos por Transición Ecológica a Red Eléctrica de España (REE), que alegó que "el cierre tiene repercusión para la seguridad y calidad del suministro eléctrico"

El motivo del cierre solicitado es que dichos grupos superan con creces su vida útil y ya no reúnen las condiciones adecuadas para su funcionamiento

 

Endesa solicitó el pasado año 2024 formalmente a la Consejería de Transición Ecológica del Gobierno de Canarias los permisos pertinentes para declarar la indisponibilidad de 13 grupos generadores ubicados en tres centrales térmicas de las Islas. Sin embargo, la respuesta en todos los casos ha sido negativa, impidiendo así que estos sean desmantelados y reemplazadas por otros más eficientes y modernos.

Estos grupos superan con creces su vitalidad útil y ya no reúnen las condiciones adecuadas para su óptimo funcionamiento.

En concreto se trata de los grupos Diésel 6, 7, 8 , 9 y 10 de la Central Térmica de Los Guinchos, en La Palma; los Grupos Diésel 1 al 5 en la Central de Las Salinas, en Fuerteventura; y los Grupos 1 al 3 de la Central de Punta Grande, en Lanzarote.

La intención de Endesa, una vez autorizados dichos cierres, y tal y como consta en las solicitudes, era proceder al desmantelamiento de las instalaciones asociadas a cada unidad de producción y sustituir la potencia asociada a cada instalación con otros proyectos innovadores que favorezcan la mejora ambiental de cada una de las centrales, así como a la descarbonización del sistema eléctrico canario, sin que ello supusiera un aumento de la potencia total de cada central. La sustitución de estas unidades generadoras añadiría más fiabilidad a esos sistemas eléctricos.

Desmantelamiento y demolición en Fuerteventura y Lanzarote

En el caso de los grupos de la central de Punta Grande, el proyecto planteado consistía en desmantelar las instalaciones y equipos interiores de los grupos Diésel 1, 2 y 3 de 7,52MW cada uno, ubicados en el interior de una nave, así como la demolición de las bancadas sobre nivel de rasante de dichos equipos.

 En el exterior de la nave, también se incluía el desmantelamiento de los transformadores principales y las chimeneas de los citados grupos.

El desmantelamiento y demolición previstos sería completo hasta nivel de soleras dentro de las naves de motores; y de pavimento de calzadas y aceras, en el exterior.

En el caso de los grupos Diésel 1, 2, 3 y 5 de la central de Las Salinas, se pretendía el desmantelamiento de las instalaciones y equipos interiores de los grupos diésel 1 (4,32 MW), 2 (4,32 MW) , 3 (5,04 MW) y 5 (7,52 MW) situados en la nave de motores nº 1.

Se desmantelarían los motores, alternadores, equipos auxiliares y sistemas propios de dichos grupos.

Las diferentes peticiones han sido denegadas en su totalidad por el Gobierno regional en base a los informes sobre esta cuestión requeridos a Red Eléctrica de España (REE). En todos los casos, dichos informes han señalado que, "vista la situación" en la que se encuentran los sistemas eléctricos de Lanzarote-Fuerteventura y La Palma "en la actualidad y su proyección futura", la potencia que aportan los grupos Diésel que pretenden ser desmontados y, posteriormente, sustituidos, "resulta necesaria" para la operación del sistema eléctrico en esas islas "en condiciones de seguridad según establece la normativa vigente".

La respuesta negativa del operador apunta que "el desmantelamiento o cierre tiene repercusión para la seguridad y calidad del suministro eléctrico".

En consecuencia, Endesa no puede proceder al cierre y posterior sustitución de los equipos e instalaciones mencionadas, como sí ha logrado hacer ya con éxito en otros puntos del archipiélago, como las centrales de Caletillas, en Tenerife, y Jinámar, en Gran Canaria. El caso más reciente se ha dado también en Fuerteventura, donde, tras conseguir finalmente todos los permisos pertinentes, procederá a principios de 2026 a iniciar el desmantelamiento del primer motor de la Central de El Charco, respondiendo así a la política de la empresa de avanzar en Canarias en la senda de la descarbonización y procurar un sistema energético de energías más limpias.

 

elperiodicodelanzarote.com