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Más del 70 % de los directivos considera que las cenas de Navidad son clave retener el talento en las empresas

  • El presupuesto que destinan las empresas a este tipo de celebraciones oscila entre los 65 y 120 euros por comensal

  • El 71 % de los directivos considera que las fiestas de empresa desempeñan un papel clave para impulsar la moral de los empleados

  • Es importante preservar un ambiente respetuoso, ya que 3 de cada 10 managers afirma haber presenciado conductas inapropiadas



Madrid, 17 de diciembre: La cena de Navidad de empresa va mucho más allá de un simple encuentro festivo para cerrar el año. Para los empleados, supone una recompensa al esfuerzo realizado durante los meses de trabajo y un reconocimiento por parte de la organización. Al mismo tiempo, estos eventos se han convertido en una oportunidad estratégica para reforzar la sensación de pertenencia, fortalecer la cultura corporativa y favorecer la retención del talento. Lo que ocurre durante la cena no se limita al ámbito informal del momento, sino que puede influir en la percepción interna, en las relaciones entre compañeros y en el clima laboral durante los meses siguientes.

 

Este tipo de encuentros crea un contexto distendido que facilita la cercanía entre compañeros y potencia un ambiente laboral más amigable, reforzando el team building. Sin embargo, la cita sigue formando parte del marco profesional: estrechar vínculos y humanizar las relaciones no debe implicar perder de vista los roles ni generar situaciones que condicionen la convivencia laboral.

 

En este escenario, la manera de interactuar cobra especial relevancia. Apostar por conversaciones en la "zona segura" ayuda a mantener un ambiente respetuoso y constructivo. Evitar temas sensibles como política, rumores internos o quejas laborales, y centrarse en asuntos compartidos —logros del año, planes navideños o aficiones— contribuye a reforzar los vínculos sin trasladar tensiones al entorno laboral.

 

Un encuentro valorado, pero no exento de riesgos

Más allá de estas recomendaciones, la cena de Navidad sigue siendo un evento ampliamente valorado por los empleados. El presupuesto que destinas las empresas a este tipo de celebraciones oscila entre los 65 y 120 euros por comensal, de acuerdo con MCI Spain Event Services. 

 

Sin embargo, en el 52 % de los casos es el propio trabajador quien asume el gasto, que oscila entre los 40-50 euros por comensal. Aun así, el 64 % confirma su asistencia para disfrutar con los compañeros o aprovechar la ocasión para ampliar su red de contactos, lo que refleja el peso social de estos encuentros.

 

Este esfuerzo económico evidencia que muchas organizaciones siguen considerando la cena de Navidad una inversión en cohesión interna y compromiso. No es casual que los fines de semana más demandados este año para este tipo de eventos sean los del 13 y 14 de diciembre y los del 20 y 21, concentrando una elevada actividad en restauración y espacios para eventos.

 

Desde la perspectiva directiva, el impacto de estas celebraciones es mayoritariamente positivo. Un estudio de CMI indica que el 71 % de los directivos considera que las fiestas de empresa desempeñan un papel clave para impulsar la moral de los empleados. Sin embargo, este efecto beneficioso convive con una realidad más compleja: casi 3 de cada 10 managers afirma haber presenciado conductas inapropiadas o situaciones de acoso en fiestas o cenas navideñas laborales. Esta percepción es más elevada entre las mujeres, un 33 %, frente al 26% de los hombres.

 

El consumo de alcohol aparece como uno de los principales factores de riesgo. Según Team Tactics, el 45 % de los empleados considera molestos a los compañeros que beben en exceso durante estos eventos. A pesar de ello, uno de cada cuatro trabajadores reconoce haberse sentido presionado a consumir alcohol, y el 24 % admite beber "bastante" en este tipo de celebraciones. Estas dinámicas no solo afectan al desarrollo del evento, sino que pueden tener consecuencias profesionales a medio plazo.

 

Una celebración con impacto en la trayectoria profesional

Las cifras confirman que estos encuentros pueden influir más allá del plano social. De acuerdo con datos de After Drink, 1 de cada 10 trabajadores ha sido despedido o sancionado disciplinariamente por su comportamiento en la cena o fiesta de Navidad de empresa. En sectores con alta rotación o contratación estacional, estas situaciones adquieren una relevancia aún mayor, ya que la percepción generada en estos contextos puede condicionar futuras oportunidades laborales.

 

En este sentido, Silvia Balcells, CEO de Synergie España, subraya: "Estos encuentros permiten conocer de manera natural cómo las personas se integran en el equipo. La cercanía favorece las relaciones, pero también muestra la capacidad de actuar con responsabilidad y de acuerdo con los valores de la organización. Mantener este equilibrio ayuda a fortalecer la confianza y una buena convivencia a medio plazo".

 

Así, la cena de Navidad se consolida como una oportunidad para reforzar relaciones, proyectar una imagen profesional coherente y contribuir a un clima laboral positivo. Gestionada con sentido común, responsabilidad y alineación con los valores corporativos, puede convertirse en un elemento de cohesión y motivación clave dentro de las empresas. 

elperiodicodelanzarote.com