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 Se llama Fernando

Le conocí a finales de los años ochenta. Solíamos coincidir en el bar de El Almacén. Allí, en la mesita que está en la esquina, junto a la puerta que da a la calle José Betancort, hablábamos de El Guincho, recién nacido, de periodismo y política, en compañía de su pareja y de Mario Alberto Perdomo, que seguramente fue quien le metió en la Asociación Ecologista, y quien también le acercó a César Manrique. A veces también coincidíamos allí con Ginés Díaz, presidente de la Asociación y hombre escudo de Mario Alberto. Cuando eso, hace ya treinta años, él trabajaba en el Departamento de Cultura de Cabildo de Lanzarote, con contratos de seis meses que acabaron en un contrato de personal laboral fijo en 1990.

Aunque en el Departamento de Cultura del Cabildo hacía de casi todo, como técnico, su ilusión estaba en engancharse al proyecto que, desde hacía mucho tiempo, estaba rumiando César Manrique: crear su propia fundación. Tan pronto como consiguió que sus contratos temporales se convirtieran en un contrato de laboral fijo, solicitó una excedencia para dedicarse a ese proyecto. Excedencia que fue renovando año tras año hasta agotar  la posibilidad de renovación en 1993. Ya no cabían más renovaciones, y el 1 de abril de 1993, con la Fundación ya en marcha desde hacía casi un año y César fallecido  ocho meses antes, era la fecha para reincorporarse a su puesto de trabajo del Cabildo, donde le aguardaba su puesto de técnico superior como contratado laboral fijo con todos sus derechos, incluido su salario. Pero nunca más apareció, aunque desde ese mismo día sí empezó de nuevo a cobrar su salario, con todos sus derechos, hasta hoy, 26 años después.

Todos dábamos por hecho que estaba en una especie de comisión de servicios o que, ante los buenos resultados económicos de la Fundación César Manrique (FCM) y su innegable proyección futura, demostrada con el paso de los años, había decidido renunciar a su puesto en el Cabildo para dedicarse en cuerpo y alma, y a cargo de la FCM, a lo que realmente le gustaba, al lado de entrañables amigos suyos en el staff de la misma. Pero la verdad es que ni una ni otra opción se materializó, dedicándose, entonces, en cuerpo y alma a la FCM pero a cargo económico del Cabildo, que sigue pagando, todavía hoy, su sueldo como trabajador suyo. Lo que le ha significado al Cabildo de Lanzarote un gasto superior al  millón y medio de euros. O sea, el Cabildo de Lanzarote ha venido pagando durante más de 26 años a un trabajador que no trabaja en el Cabildo de Lanzarote y que lo hace en la Fundación César Manrique sin que conste ningún documento en el que se autorice está situación.

Es cierto que dos meses antes de que se agotara la  última excedencia, la FCM se dirigió al Cabildo  para solicitar la posibilidad de que este trabajador desarrollara su actividad, una vez reincorporado a su puesto en Cultura, en la FCM en calidad en Comisión de Servicios. En resumen, que la Fundación pretende que el Cabildo pague al trabajador pero que siga haciendo su trabajo en su entidad privada. Y, aunque parezca que es eso lo que ocurre, si nos atenemos al resultado, la verdad es que esa posibilidad la cercena un informe del asesor jurídico de Recursos Humanos, donde se deja claro que  el convenio de la actividad de este trabajador no prevé esa posibilidad de la comisión de servicios. “Legalmente entendemos que no existe posibilidad de que este señor pudiera prestar sus servicios, una vez incorporado al Cabildo, en esa Fundación ni en ningún otro lugar ajeno al Cabildo”.  Aclara, incluso, que se trataría de una cesión “ilegal de trabajadores  prevista y sancionada en el Estatuto de trabajadores”. Aun así, sin que medie respuesta previa, la Fundación comunica al Cabildo que el trabajador,  “conforme lo pactado”, está desempeñando sus funciones satisfactoriamente en la Fundación desde el mismo día que se tenía que reincorporar al Cabildo, en un escrito que parece más pretender implicar al Cabildo en una decisión no tomada que en satisfacer la curiosidad del mismo por la aventura que había emprendido uno de sus trabajadores.

Una década después de que el trabajador del Cabildo cobrara su sueldo religiosamente todos los meses y prestara sus servicios en la FCM, en 2003, algo tuvo que pasar en el Cabildo para que se remitiera carta del presidente al trabajador para que se reincorporase a su puesto de trabajo en Cultura.  La carta se le envía a su domicilio y a la Fundación César Manrique. Resultando ambas infructuosas porque no se encontraba en su casa y en la Fundación dicen que está de vacaciones y se niegan a proporcionarle un contacto de este trabajador errante.  

Hasta el pasado 1 de febrero de 2019, nada más se había movido al respecto, mientras un trabajador del Cabildo, que cobra religiosamente, no aparece durante 26 años por su puesto de trabajo en el departamento de Cultura. Ese día, el presidente del Cabildo se dirige, por escrito, a la FCM para advertirle de las circunstancias en las que podría encontrarse envuelto este trabajador  que cobra del Cabildo pero que presta sus servicios en la Fundación.  El 2 de mayo pasado vuelve a dirigirse a la misma entidad privada y al trabajador. La primera no contesta y el trabajador,  26 años más tarde, presenta una baja médica.

 El trabajador es Fernando Ruiz Gordillo.

Y, según el currículo facilitado por la FCM,  “Fernando Ruiz es conservador jefe del museo de la FCM. Formó parte del grupo promotor de la Asociación Ecologista "El Guincho" y colaboró con César Manrique desde mediados de los años ochenta hasta 1992. Fue inspector del Patrimonio Histórico de Lanzarote. Trabajó como técnico del departamento de Cultura del Cabildo de Lanzarote, donde diseñó y dirigió su Servicio de Publicaciones. Así mismo, fue el responsable de la adquisición de obras de Pancho Lasso para el Museo Internacional de Arte Contemporáneo (MIAC)”.

Nada dice en esa biografía cómo pudo ser todo eso siendo, a la vez, un “trabajador fugitivo” del Cabildo de Lanzarote. Hoy,  martes, 5 de noviembre, a las 20:00 horas, en la sala José Saramago de La Plazuela (Arrecife), Fernando Ruiz estará en la mesa redonda titulada "El César que conocimos", en la que participarán Carlos Matallana, Mario Alberto Perdomo, Gueli Robayna y el propio Fernando Ruiz.

Quizás, la próxima conferencia podría llevar por título “El Fernando Ruiz que conocimos”. Por el momento, está noche podremos verlo hablando sobre el César que conoció y al que se ha dedicado “en cuerpo y alma” en la FCM pagado por el Cabildo de Lanzarote. Un millón y medio de gracias.

elperiodicodelanzarote.com