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Los camaradas, el emérito y Aznar

 

Uno de los defraudadores de la Hacienda pública española, recordemos que el rey emérito pagó una regularización voluntaria a la Agencia Tributaria de cuatro millones de euros en 2021, además de otra regularización anterior de más de 600.000 euros, comienza mal su intento de ‘Reconciliación’, así titula su libro de memorias que pronto circulará por el país, si en él desliza que es “el único español que no cobra una pensión tras casi 40 años de servicios”. 

¡Vamos monárquicos! están tardando en movilizar el pueblo para hacer una colecta en favor de Juan Carlos de Borbón. El pobre la pasa canutas en su escondite de Emiratos Árabes Unidos, la exclusiva isla de Nurai en Abu Dabi.

Y aunque literalmente tenga razón, porque no cotizó a la Seguridad Social y por tanto no tiene derecho a pensión de jubilación, chirría que una persona que tiene su vida resuelta, con todos y más privilegios, un cacho de pan que en 2012 ya amasaba una fortuna de 2.000 millones de dólares, según publicó un prestigioso diario neoyorquino,  y no creo que  haya tenido tiempo de gastarse todo ese caudal de dinero, exprese además en ‘Reconciliación’, que uno de sus mayores errores fue el aceptar el regalito de 100 millones de dólares que recibió en 2008 del rey Abdulá de Arabia Saudí, “un donativo generoso de parte de un hermano”, dinero que después supimos transfirió a una cuenta en Suiza a través de terceros.

El avance de sus memorias que desveló la prensa francesa es un recochineo infame para quienes formamos parte de la sociedad normalita. ¿Qué pensarán los jubilados gallegos que todos los martes convocan manifestaciones para reclamar una atención digna a la dependencia y denuncian “políticas desastrosas” de la Xunta de Galicia que dejan a las personas mayores y dependientes en una situación insostenible?

¿Cómo se sentirá la gente mayor que ha trabajado toda su vida y su pensión no le da para llegar a fin de mes? Todos cambiaríamos no tener pensión por llevar vida de rey hasta el final de nuestras vidas.  Desde que se mudó a Abu Dabi hace un lustro por los escándalos personales y financieros que empezaron a deteriorar su figura, su hijo Felipe VI lo mantiene a distancia como parte de la estrategia de limpieza de imagen de la Corona. Por cierto, la última vez que el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) preguntó a los españoles por su percepción sobre la monarquía fue hace 10 años. Raro es.

Y para perlas de quienes más tienen que callar por su dudoso comportamiento ético tenemos una galería de ilustres que engalanan las últimas décadas. Esta misma semana el expresidente y líder emérito del PP, José María Aznar, el mismito que mintió con la invasión a Irak  en 2003 por supuestas armas de destrucción masiva y que todavía sigue sin pedir perdón por apoyar esa acción militar comandada por la USA de Bush y sustentada en una mentira que dejó más de un millón de personas muertas, va y suelta que la izquierda sufre de “retraso intelectual”. Se la puso en bandeja al PSOE, Sumar, Podemos, Izquierda Unida y todas las fuerzas políticas progresistas del país.

¿Habrá escuchado el muy inteligente señor Aznar los sobresalientes razonamientos existencialistas de su pupilo y actual presidente nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, o se ha detenido a intentar comprender la profunda dialéctica de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso? Los dos, paradigmas de autenticidad pura, conocimiento sin límites, lucha contra la desinformación y nada de mala fe.

Aznar atacó a la izquierda el mismo día que su partido hizo el ridículo en la comisión de investigación del Senado que pretendía, eso, supuestamente investigar un presunto caso de corrupción en manos de la Justicia que podría salpicar al presidente de Gobierno, Pedro Sánchez.

El presidente se sentó en el Senado a responder las preguntas de los distintos grupos políticos, pero no salió ni una sola conclusión sobre el fondo del asunto. El PP  optó por impedir que Sánchez desarrollara sus respuestas y eso le permitió no incurrir en ninguna contradicción en seis horas de interrogatorio, si es lo que esperaba el PP para aplastar y tumbar al presidente. Más bien, la comisión finalizó con la sensación de que fue una mala idea peperiana pedir la comparecencia de Sánchez.

Ya lo había vaticinado días antes el portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya en el Congreso de los Diputados, Gabriel Rufián, que hiperbolizó sobre lo que podía pasar: “los senadores del PP son tan malos que Sánchez saldrá en hombros”.  Y su sentencia sobre el espectáculo circense no se hizo esperar: “al PP le ha salido tan bien lo del Senado que la noticia son las gafas de Sánchez”.

Aznar, que también mintió cuando quería vender la idea que ETA había perpetrado el terrible atentado terrorista del 11M  de 2004 en Madrid, otra de sus distorsiones intencionadas de la realidad para sacar provecho político que lo caricaturizó como el pinocho más grande de España. Este intento de engaño borbónico a la población le salió caro al célebre intelectual y esa misma semana el PP, que parecía tener ganadas las elecciones generales, perdió la contienda electoral tres días después de los atentados.

Aznar mirándose al ombligo también puede poner de ejemplo la capacidad del presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, por sus verdades y la gestión de la DANA, o la del presidente de Andalucía, Juan Manuel Moreno, por la escandalosa crisis sanitaria relacionada con el programa de cribado de cáncer de mama y los retrasos en los diagnósticos de las mujeres andaluzas. 

Pero ya que Aznar habla de intelecto debería darse un paseíto por Lanzarote para calibrar el de honorables representantes de su partido que ocupan cargos públicos porque con el nivel de debate y conocimiento de algunos saldría pitando para Abu Dabi.  

elperiodicodelanzarote.com