Más conversación, menos ruido
- Isidro Pérez, alcalde de San Bartolomé.

"Necesitamos más conversación y menos consignas. Más escucha y menos ruido. Más tiempo para entendernos, para reconocernos. Más tiempo para ser mejores personas"
Termina 2025 y, con él, un año intenso para San Bartolomé. Un año en el que hemos seguido trabajando para mejorar nuestro municipio, para cuidar lo que somos y para abrir caminos hacia lo que queremos llegar a ser. Pero también doce meses en el que he sentido, como muchos de ustedes, que algo se está moviendo en la vida pública de una manera que no nos ayuda a avanzar
En demasiados espacios se ha instalado una búsqueda forzada de la confrontación ideológica, una especie de competición permanente por dividir, por simplificar la realidad en bandos, por convertir cada conversación en un campo de batalla.
Una confrontación que no nace de los problemas reales de la gente, sino de la necesidad de algunos discursos de alimentar la polarización como estrategia. Y cuando eso ocurre, perdemos porque cuando la política se convierte en ruido, las vecinas y los vecinos se alejan.
Cuando la vida pública se llena de gestos vacíos, de márquetin de 30 segundos, de mensajes diseñados para encender más que para construir, se genera desapego que resta valor a quienes sí sienten la vocación de servicio público como un compromiso honesto, a quienes trabajan con ilusión para mejorar la calidad de vida de su comunidad, de su ciudad, de su municipio.
En San Bartolomé hemos intentado mantener la coherencia entre lo que decimos, lo que proyectamos y lo que hacemos. No siempre es fácil. El ambiente enrarecido que se respira en muchos ámbitos —alimentado por dinámicas populistas y el impacto del bulo sobre la verdad— también nos alcanza. Pero precisamente por eso debemos reafirmarnos en lo contrario: en la serenidad, en la escucha, en la responsabilidad y en la cercanía.
Y aquí quiero detenerme un momento. Porque a veces la cultura, la música, la honestidad de quienes crean desde un lugar sincero, nos recuerdan lo esencial. Como hacía el recientemente fallecido Robe, cantante de Extremoduro. Con su lenguaje sencillo fue capaz de ensalzar algo que hoy necesitamos más que nunca: el valor del tiempo y de la capacidad de escucha. Su música nos enseñaba que detenernos, mirarnos y comprendernos también es una forma de cuidarnos como sociedad.
Necesitamos más conversación y menos consignas. Más escucha y menos ruido. Más tiempo para entendernos, para reconocernos. Más tiempo —como diría Robe— para ser mejores personas. Y eso, en política, significa más espacios de diálogo, más acuerdos posibles, más voluntad de mirar a largo plazo y menos obsesión por el titular inmediato.
San Bartolomé es un municipio que avanza cuando lo hace unido. Lo hemos demostrado muchas veces. Y estoy convencido de que, si seguimos apostando por la convivencia, por el respeto y por la colaboración, podremos afrontar los retos que vienen con la misma fuerza con la que hemos superado los anteriores.
Despedimos 2025 con la certeza de que lo mejor que podemos hacer por nuestro municipio es cuidarlo entre todos y todas. Con menos ruido. Con más conversaciones. Con menos prisa y, sí, con más tiempo para ser mejores personas.
Isidro Pérez, alcalde de San Bartolomé.