La inmejorable actitud de los sanitarios del Hospital Doctor José Molina Orosa

A su contrastada profesionalidad, unen su actitud positiva y  su exquisito trato humano

La pandemia del coronavirus Covid-19 es un reto para todos.  Es un desafiante desconocido, invisible, altamente contagioso y con una alta tasa de mortalidad en los pacientes más vulnerables. Pero donde está la mayor complejidad es en los centros hospitalarios. Allí, los sanitarios tienen que gestionar una situación que se maneja con riesgos para el paciente, pero también para ellos.

No basta con actuar con pericia en el diagnóstico y en el trato al paciente, hay que hacerlo también salvaguardando la propia seguridad del profesional. Y, además, tienen que trasmitirle dosis mayores de cercanía y cariño a un paciente que llega asustado por ser víctima del coronavirus y, también, desolado porque sus familiares no pueden tener acceso a ellos, porque corren el riesgo de infectarse. Así, en esa realidad, su mundo se reduce al contacto con los sanitarios, que tienen que sanarle pero también animarle a afrontar la situación y darle la confianza suficiente.

En el Hospital Doctor José Molina Orosa están concienciados y preparados para afrontar todo el espectro que presenta la enfermedad. Y así, lo mismo se ponen el equipo de protección individual con todo el cuidado del mundo que cogen la mano del paciente para tranquilizarlos, a la vez que les diagnostican y tratan. Y todavía les queda humor para dar un mensaje positivo a la sociedad y a los familiares de los enfermos.

Así se les ve en  estos vídeos, dando esperanzas a una sociedad temerosa y “enjaulada” que les ve como héroes y aplaudiendo el alta hospitalaria de un enfermo de Covid-19 que superó la parte más dura del combate con el coronavirus. Son los dos grupos que lideran la lucha contra el maldito virus en Lanzarote. Los de la planta de Covid-19, los de la zona de sospechosos y la de positivos. Son ellos, los que se merecen también un aplauso. Esas palmas que resuenan en todo el territorio español a las 20:00 horas todos los días. Son manos que se unen con fervor para devolver el cariño de esa mano que les aprieta la suya en los momentos de mayor temor. ¡Ánimo!