FRANCISCO APARICIO, EN EL FRENTE DE UNA PANDEMIA

No todos los políticos son iguales. Ni todos tienen las mismas obligaciones. Ni todos las atienden de la misma manera.

Hay ejemplos variados, distintos y distantes en estas circunstancias tan especiales que vivimos por la desgracia de haber coincidido con la eclosión vírica del coronavirus llegado desde Oriente. Y hay a quienes los han cogido estrenando nuevo cargo público sin dejarles, ni tan siquiera, adaptarse a las exigencias del mismo. Aun así, hay quienes han sabido ponerse al frente de su gente y tirar para adelante.

Este es el caso de Francisco Javier Aparicio, conocido como “Kiko”. Llegó al Cabildo en la lista del Partido Popular, después de haber sido concejal de Deportes y Limpieza en Tías durante 8 años y le volvieron a dar Deportes, pero también le pusieron al frente del Consorcio de Emergencias de Lanzarote. Con tal mala suerte que se declara una pandemia ocho meses más tarde. Y lo que parecía que era una función no muy difícil, puesta para desarrollar una actividad de despacho, mientras el gerente organizaba todo y los bomberos se dedicaban a trabajar noche y día, se convierte en un no parar.

Y, ahí, el hombre que vino de Mácher, sin hacer mucho ruido ni hablar mucho (que en eso no es muy ducho), que para eso ya está la presidenta, aunque no sea del mismo partido, y el vicepresidente, que ese sí es del PP como él, ha destacado como ninguno. No hay ningún servicio en el que se desinfecte, se habilite una empresa para producir hidroalcohol, se entregue material, se levante un espacio para acoger a personas o se distribuya menús que no esté Kiko. Al lado de su gente, y echando una mano en lo que buenamente se pueda. Sinceramente, destaca que, mientras algunos políticos se quedan en sus casas mientras voluntarios hacen los trabajos comunitarios, otros, muy pocos, se pongan al frente de sus obligaciones. Y parece que eso es lo que toca. Y por eso queremos destacarlo.