ÁNGEL VÁZQUEZ, DE AMETRALLADORA VERBAL A ESCOPETA DE FERIA

Dicen que se coge antes a un mentiroso que a un cojo. Siempre dependerá de qué mentiroso y qué cojo estemos hablando, pero el aforismo  viene bien para el caso. Ángel Vázquez no perdió oportunidad de cuestionar las capacidades del atrevido Benjamín Perdomo para estar al frente de los CACT durante el mandato presidencial de la socialista María Dolores Corujo en el Cabildo. Eso sí, esperó hasta que les cesara y rompiera el pacto que tenía con el PP, como réplica de lo que había hecho la alcaldesa popular Astrid Pérez con los concejales socialistas en Arrecife, para darse cuenta de lo mal que lo hacía el Benjamín que primero lo fue de Ciudadanos antes de acabar en el PSOE. Mientras él estaba hinchándose feria tras feria como consejero de Turismo, con Benjamín a su lado, parecían hasta amigos.

Pero, mira por donde, el verbo fácil, casi verborreico de Vázquez para criticar a Benjamín desde la oposición se ha vuelto más incomprensible en los últimos días, desde el gobierno. Ahora, parece más Antonio Ozores en sus momentos de máxima confusión que un gallego de provincias que debate entre su lengua materna y la de todos los españoles. Primero confundió la suma de los costes para calcular el IPC con la lista de la compra y, después, anunció un acuerdo con la patronal para subir las tarifas de los CACT que, al parecer, fue un invento de él y de otro que no pierde oportunidad para soltar perlas como es el presidente.

La patronal, ni corta ni perezosa, les replicó y les dejó a ambos como dos escopetas de feria que lo mismo disparan un balín que solo sale aire. Aunque por los que son ambos conocidos es por no disparar un chícharo. Prefieren los disparados de las cámaras fotografías y un buen yantar en cualquier saborea, feria o lugar de fiesta que se precie. Mejor si es fuera de la isla que lleva dieta incluida.