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La carestía de la vivienda “trastorna” a los canarios

 

En Canarias, “por cada euro que aumenta el precio del alquiler aumenta en 0,74 puntos los trastornos ligados a la salud mental”

 

El Observatorio de Derechos Sociales de Canarias ha publicado el 7 de agosto un informe titulado “Vivienda y Salud Mental”, que estudia cómo la incapacidad de los canarios por acceder a una vivienda afecta directamente a la salud mental en atención primaria

 

Canarias afronta una crisis habitacional que se traduce en una de las peores brechas entre ingresos y coste de la vivienda en España. “Canarias es la tercera comunidad autónoma con la mayor brecha entre el salario y el precio de la vivienda”, advierte el informe del Observatorio de Derechos Sociales de Canarias (Odesocan).

El esfuerzo económico de los hogares es abrumador: “En Canarias se destina el 59% del salario al pago del alquiler”, una cifra que sitúa al archipiélago entre las regiones con mayor porcentaje de renta comprometida para acceder a un techo.

El estudio refleja también la dificultad para emanciparse. “En Canarias una persona debería comenzar a trabajar desde los 10 años si quiere independizarse a la edad promedio de la Unión Europea (26,4 años)”, señala el informe, evidenciando la brecha entre los ingresos reales y el precio del mercado inmobiliario insular.

Relación vivienda-salud mental

La crisis de vivienda no solo afecta económicamente a los canarios, sino que también deteriora la salud mental. En el informe se evidencia la relación entre la barrera de acceso a la vivienda  -“que no ha parado de crecer desde la crisis económcia de 2008”- y sus efectos sobre la salud mental”.

Los datos son contundentes: “A medida que crece la barrera de acceso a la vivienda (a través del incremento de los precios), aumenta el riesgo de padecer alguna dolencia relacionada con la salud mental”.

La relación entre el acceso a la vivienda y la salud mental resulta evidente: “Por cada euro que aumenta el precio del alquiler aumenta en 0,74 puntos los trastornos ligados a la salud mental”, indica el análisis estadístico realizado por Odesocan.

Relación turismo-salud mental

El turismo, motor económico de las islas, ejerce una presión indirecta sobre la salud mental a través del mercado inmobiliario. Esta relación es indirecta pues “la densidad turística no afecta directamente la salud mental de la población residente; pero la densidad turística sí incrementa la barrera de acceso a la vivienda, estresor que deteriora el bienestar social, que sí afecta directamente a la salud mental”. Por lo tanto, “no tenemos evidencia de que exista una relación directa entre turismo y salud mental, pero sí tiene lugar una relación indirecta a través de la vivienda”.

Conclusiones

El informe identifica un potencial desaprovechado para aliviar la crisis. “799.235 personas podrían vivir en viviendas que actualmente no tienen uso residencial”, una cifra que, de aprovecharse, tendría un efecto inmediato en la reducción de los precios y en la mejora del bienestar colectivo. Por lo tanto, el informe evidencia que existen viviendas suficientes “que de encontrarse en oferta, facilitaría de manera considerable la reducción del precio de la vivienda y reduciría los trastornos ligados a la salud mental que se encuentran relacionados con la barrera de acceso a la vivienda”. Del mismo modo, este si se diese este escenario hipotético, se reduciría la saturación en Atención Primaria en Canarias y el consumo de tratamientos farmacológicos para la salud mental.

 

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