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Opinión

Juego de niños

Y si a mi hijo le llegó al corazón, tal y como lo escribió en el chat familiar cuando esta semana nos envió un vídeo con imágenes de niños del mundo jugando fútbol felices en la calle con lluvia o sol, pues a mí también. Ahí se vio pintado él, y claro, así lo vivimos nosotros, madre y padre, una semana y la otra también, viéndolo patear una pelota en la calle sin cesar hasta la mismísima extenuación.

  • Escrito por Alex Salebe Rodríguez

No todo el mundo está preparado para ser jefe

Es frecuente ver en muchos centros de trabajo las transformaciones que sufren las personas cuando asumen un cargo que les otorga superioridad en relación con otros compañeros. El cargo se les sube a la cabeza. Por supuesto que, afortunadamente, no todos los que asumen un cargo directivo sufren esta transformación.

  • Escrito por Jesús Manuel Díaz Lorente, delegado de CSIF Canarias

El enfado más tonto e inesperado

Enfadados (IV)

 Con la acumulación de trabajo pendiente que llevo, se me pasan los días sin darles cuenta de esas  anécdotas y no tan anécdotas que tiene, o sufre, uno con estos gajes de la profesión. A nadie le gusta que le critiquen, a nadie. Pero no todos gestionan igual sus emociones cuando se evidencian sus fallos, taras o desaciertos. Están los que intentan verlo como una oportunidad para mejorar, incluso te llaman para ver qué pueden hacer para evitar ese mal que no veían antes y que ahora observan con preocupación. Pero esos, claro, al no enfadarse, más bien todo lo contrario, pues no figurarán en esta serie, dedicada a los que no solo se equivocan, no solo lo hacen con los recursos públicos sino que, además, no aceptan que se les diga. Y te amenazan, y te recortan la publicidad, y llaman a tus jefes e, incluso, se “encochinan” en paranoias que acaban haciéndoles más daño que la primera crítica inocente. Pero el narcisismo convive muy a gusto entre el poder, la paga doble y los privilegios.

  • Escrito por MANUEL GARCÍA DÉNIZ

Oswaldo “Saborea”

Cuando les cuento a los lanzaroteños más jóvenes que Dimas Martín hacía las mejores garbanzadas, con miles de personas haciendo cola para recibir su platito de este manjar popular, y después no pagaba la leche a los ganaderos, a pesar de sus numerosas tretas, no se lo creen. Me dicen que es imposible que quien daba de comer un día a los lanzaroteños en un ambiente de fiesta, dejara sin comer a los sacrificados ganaderos en un ambiente familiar de pena y miseria. Ellos, claro, no vieron a los ganaderos tirar miles de litros de leche en las mismas puertas del Complejo Agroindustrial. Mientras, Dimas y los suyos estaban más preocupados por su próxima feria agrícola y en comprar las mejores garbanzas y arroces, para alimentar un día a sus votantes, que en atender las necesidades reales de los agricultores y ganaderos.

  • Escrito por MANUEL GARCÍA DÉNIZ

Teatro social

 

 

“Esta obra deberían mostrarla a los de Vox”, dijo un espectador en voz alta en la sala al finalizar la función del monólogo ‘Basta de flores’ el pasado jueves en la Casa de la Cultura de Yaiza, y de inmediato otra persona susurró entre el público: “y que cierren la puerta con llave para que no se escape ninguno y la vean toda”.

  • Escrito por Alex Salebe Rodríguez

Los derechos de las mujeres son los derechos humanos de todas las personas

En 1999, la Asamblea General de Naciones Unidas proclamó el 25 de noviembre como Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, después de asumirse desde la política y la sociedad que las agresiones contra la población femenina constituyen una lacra incontestable, inaceptable e inasumible, a la que hay que poner freno.

  • Escrito por Lucía Olga Tejera, diputada del Grupo Parlamentario Socialista por Lanzarote.

Jerónimo

La muerte de Jerónimo Saavedra Acevedo (1936-1923), a los 87 años de edad, en su isla natal, en la que fue alcalde de su capital, nos pone ante la obligación, queramos o no, de reconocer la obra y figura de un político clave en la reciente historia de Canarias. Fue el primer presidente del Gobierno de Canarias (1983-1987) con lo que se llamó “Pacto del Progreso”, en el que se sumó al PSOE que él lideraba el apoyo de la izquierda parlamentaria. Volvió a ser presidente en 1991, hasta 1993, con el apoyo de las AIC, que incluía al PIL del propio Dimas Martín, que no tardaron mucho tiempo en darle la espalda para quedarse todo el gobierno, del que salió la actual Coalición Canaria, de la que se desgajó después Nueva Canarias.

  • Escrito por MANUEL GARCÍA DÉNIZ

Grammy de investidura

El mismo día, histórico, de esta semana que España volvió a la dictadura, el jueves 16 de noviembre, el mismo día de la reelección del presidente de Gobierno en el Congreso de los Diputados por mayoría absoluta, denominada ahora “golpe de Estado” por la derecha y derecha ultra en su nuevo orden constitucional, el mismo día en que se resquebrajó el país y España se rompió de norte a sur y de este a oeste, el mismo día de semejante cisma, ‘clavaito’, la ciudad de Sevilla acogió en su Centro de Exposiciones y Conferencias la espectacular gala de los Grammy Latinos.

  • Escrito por Alex Salebe Rodríguez

Orgullosa de ser socialista

 

 

Durante más de una semana, y todavía a día de hoy, la Calle Ferraz ha sido testigo de algunas de las escenas más vergonzosas que ha visto nuestra democracia. Vaya por delante que el derecho a manifestación es libre y debe serlo siempre independientemente del pesanmiento ideológico de cada uno. Aunque también es cierto que no se puede tolerar la violencia, el insulto y las manifestaciones fascistas o xenófobas promovidas por grupos ultras alentados por la derecha española, la cual ha perdido la cabeza y descalifica a instituciones a las que consideraban suyas como es la monarquía.

  • Escrito por Cristina Duque, concejala del PSOE en el Ayuntamiento de Arrecife.

Ella no baila sola

Ayer, viernes, la doctora Fraguela terminó su jornada laboral sabiendo que ya no habría un mañana para ella en su lugar de trabajo. A pesar de la insistencia de sus superiores, ella tenía claro que era el momento de cambiar de vida, de aceptar el destino, de disfrutar del millón de cosas que se pueden hacer fuera de un hospital. Colgó su bata, Blanca como ella, y se dispuso a irse. Sin mirar hacia atrás, sin pedir nada más, se enfiló al pasillo, con su decisión de siempre, pisando fuerte e intentando que no se notara el desgarro de separarse de la que ha sido su vida a tiempo completo estos últimos treinta años. Y, entonces, sintió el bullicio tan impropio de un centro hospitalario y los aplausos de sus compañeros, de celadores, administrativos, enfermeros, auxiliares y doctores, que quisieron darle un adiós emocionado. Y la dama de hierro, tantas veces inflexible si consideraba que la situación lo pedía, se emocionó. Aplausos, abrazos y besos serán su último recuerdo de una vida volcada en la sanidad.

  • Escrito por MANUEL GARCÍA DÉNIZ