El PP asegura que “no renunciará” a que la cruz vuelva a la Plaza de Las Palmas como “símbolo cristiano y elemento patrimonial histórico”
- Redaccion
El informe externo del Cabildo se encargó al presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura
El Partido Popular mantiene su “firme intención de impulsar hasta el final” la reposición de la cruz de la Plaza de Las Palmas, con el objetivo devolver a este espacio público del centro de la ciudad “un símbolo religioso universal que, con el paso del tiempo, se ha convertido también en un elemento más del patrimonio histórico y cultural de la capital”.
Para los Populares, “y para una amplia mayoría de la ciudadanía de la isla -no sólo de los vecinos de Arrecife”- la cruz en sí misma "no es un símbolo falangista ni del franquismo", sino una representación “de raíces cristianas profundamente arraigadas en la sociedad lanzaroteña, por lo que, tras las obras de remodelación de la plaza, debe volver a su lugar”. De no ser así, advierten, se estaría cometiendo "un nuevo atentado contra el patrimonio histórico de la ciudad", algo en lo que el Partido Popular asegura que "no va a participar".
Insisten en que la cruz no solo tiene un valor patrimonial, sino también emocional, “al formar parte de la cultura e identidad colectiva de Arrecife, más allá del significado que en origen se otorgó al monumento”. En este sentido, el PP defiende que la Ley de Memoria Democrática permite la “resignificación o reinterpretación de este tipo de conjuntos arquitectónicos para evitar su desaparición, si bien esta posibilidad apenas ha sido considerada en el informe técnico externo encargado por el Cabildo”.
El PP advierte de que el citado informe fue elaborado por el jurista y sociólogo José Manuel Corbacho Palacios, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura (ARMHEX), miembro del Comité de Valoración de Memoria Histórica de la Diputación de Badajoz y defensor activo de la Ley de Memoria Democrática. El PP cuestiona “su imparcialidad” alegando que su “trayectoria profesional y pública revela una clara orientación ideológica y política”.
"Es como si al presidente del Real Madrid le preguntaran cuál es el mejor equipo del mundo ", ironizan desde el Partido Popular, subrayando que el autor del informe "dificilmente puede ofrecer una valoración objetiva" sobre un asunto de esta naturaleza.
