El debate sobre el estado de los egos

Después de años sin celebrarse, el debate sobre el estado de la isla se celebró a lo grande. A la altura de los egos de sus protagonistas, que están convencidos de que son las verdaderas estrellas del firmamento. Ya se les quedó chico el salón de plenos del Cabildo de Lanzarote para celebrarlos. Ahora tienen que irse al auditorio volcánico de los Jameos a cantarse las verdades, “tralará”, con sus mejores galas y con su ejército de voceros. Creen, son así de simples, que la reunión en pleno de los consejeros del Cabildo para analizar la realidad insular y proyectar sus soluciones se merece más marco que el institucional acordado para ello. Consideran una fiesta el reunirse y un acto trascendental lanzarse dardos envenenados los unos a los otros. Seguramente les importará un bledo descubrir las butacas vacías y el interés por sus intervenciones a mínimos históricos. Qué más da, ellos hablan para oírse ellos mismos. Les encanta su propio eco, tanto es así que apenas escuchan a alguien más. Y, a veces, ni ellos mismos se reconocen en esas pompas infladas hasta lo imposible. Y razón tienen de no reconocerse, porque muchos y muchas sólo leen lo que les escriben sus asesores. Y lo gritan con tanto entusiasmo como amnesia. Al minuto de leídos se les olvida y siguen a otra cosa.

La batalla entre la presidenta y el portavoz de CC es todo un ejemplo. A la presidenta le trae sin cuidado lo que diga o lo que pida, está convencida de que su primer objetivo en esta vida es acabar con la trayectoria política del nacionalista y que nada da más premios que atizarle sin límite ni control. Y, por supuesto, negar cualquier atisbo de sus actuaciones de gobierno.  Hasta el punto de querer convertir a Manuela Armas en la Agustina de Aragón lanzaroteña en apenas los dos años que presidió el Cabildo. A la vez que le recordaba que gracias a un PIL corrupto accedió Pedro San Ginés a la Presidencia del Cabildo al censurar a Manuela. Está claro que esa defensa es más propia del portavoz del grupo socialista que presidía Manuela Armas en el 2007 que de la etapa actual. Igualmente está claro que no es casual. Ese mismo portavoz, Carlos Espino, es el que le hace ahora de jefe de gabinete a la presidenta Corujo. Y puestos a criminalizar al PIL y a CC, el PSOE se tendría que ir hasta principios de los años ochenta para encontrar un gobierno socialista sin esas aristas. En esa época, sobra decirlo, ni estaba el PIL (1990) ni Coalición Canaria (1994) en la política insular. Cuando Dolores alaba tan emocionada a Manuela y a Enrique Pérez, se le olvida decir que los concejales que salieron de la cárcel para votar la moción de censura en Arrecife (no en el Cabildo), entraron, precisamente, por estar delinquiendo con total libertad en gobiernos compartidos con el PSOE. Es el mismo análisis que hace del portavoz de PP actual, Jacobo Medina, que era un santo cuando se sentaba a su lado en el consejo de gobierno insular y permitía que ella se mantuviera de presidenta y, ahora, es el blanco de sus ataques porque no dice sino “sandeces” o está intentando algo tan horrible o perverso como repetir de candidato de su partido.

El irse al escenario del Auditorio de los Jameos a escenificar esta obrita del “tú más” no tiene más lectura posible que la de los egos y las sombras. La de haber perdido todo recato y vergüenza y considerar que todo lo público les pertenece y lo usan y utilizan a su gusto. Sinceramente, es una pena que después de dos años de pandemia y tres de gobierno, lo más bonito que tenían para encandilar al público (así ven los artistas a los ciudadanos) era una ristra de insultos y la dedicatoria de dos “rondas” a presidentes socialistas que gobernaron tanto con el PIL como con CC sin arrugarse. Igual que pacta con el PP si lo necesita para gobernar. Ya que esas diferencias parecen cada vez más pequeñas y el pasado reciente no las evidencia, lo mejor que se puede hacer es trabajar para marcarlas con hechos y no con palabrerío. Desgraciadamente, los políticos cuando hablan nos cuentan todas las cosas buenas que quieren sus partidos para la isla pero no encuentran ni tiempo ni lugar para hacerlas en sus años de gestión. Y ya gobiernen o estén en la oposición, nos hablan y hablan de las maravillas que quieren para la isla pero ni allí ni aquí hacen nada. Nos hablan de viviendas, de mejores servicios, más igualdad y de todo lo que se les ocurre. Pero cuando sacan fotos y más fotos solo salen ellos con la sonrisa de oreja a oreja y con proyectos y más propuestas de fondo, de los que no hay ni fecha para empezarlos. Pero realidades, ninguna. Y así estarán mientras crean que es suficiente para mantenerse en sus puestitos. ¡Son unos artistas! ¡Mucha mierda!