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Deportes

 Un año lleno de lucha canaria

 

Tuvimos un buen año de lucha canaria en el 2023 en Lanzarote. Se vieron buenas luchadas, las competiciones estuvieron bien competidas, muchos luchadores crecieron en su aprendizaje y desarrollo, se vio más público en las gradas de los terreros y la Federación Insular de Lanzarote y los clubes han dado pasos hacia adelante. Hay muchísimas cosas por hacer todavía, pero no valorar los avances es negarnos la posibilidad de seguir mejorando.

Unos se van y otros vienen

No sé si echaremos de menos este año a los luchadores que nos brindaron espectáculo la pasada temporada y que ahora prueban suerte fuera de esta isla. Entre ellos, destaca Cristo Betancort que voló del Unión Sur Tías para el Candelaria Mirca, de Santa Cruz de La Palma. Para la Isla Bonita se fue también otro lanzaroteño, Tino Rodríguez, aunque este puntal C llevaba tiempo en Fuerteventura y hace muchos años que no lucha en las competiciones en Lanzarote, al igual que Kiren González, el único puntal A que ha tenido Lanzarote, que abandonó el Antigua para recalar en el Tijarafe de Tenerife.

La salida de Cristo me produjo una sensación agridulce, por una parte me apenaba no poder ver jornada tras jornada al lanzaroteño que más progresó la temporada pasada, pasó de destacado C a destacado A, y, por otra, entendía que, el cambio de isla y medirse con regularidad con otros luchadores, le iba a venir muy bien para su crecimiento como luchador. También me cogió de sorpresa la salida de Miguel Reyes del Tao hacia el Tetir, pero es verdad que este destacado B quiere hacer carrera en la lucha y las nuevas exigencias son buenas. Tampoco están ya en la liga lanzaroteña luchadores como Juan Luis Goya o Juan Miguel Gil, ejemplos de pundonor, nobleza y espectacularidad. Se fueron también Jonathan Estévez, Mario Hernández, Borges, entre otros. Especialmente, echo de menos a los lanzaroteños Cristo y Miguelito, al tinerfeño Goya y al majorero Juan Miguel Gil. También me hubiera gustado ver durante más tiempo luchar a Roberto Berriel, pero en este caso fueron las lesiones del pasado, no superadas, las que le impidieron seguir.

A pesar de esas sentidas ausencias, me gusta lo que he visto en lo que va de temporada y tengo el presentimiento de que este año se harán grandes cosas en la lucha canaria en Lanzarote. Me alegró mucho que Fernando Clavijo incluyera en su nuevo gobierno de Canarias la dirección general de Deportes Autóctonos, entre los que la lucha canaria es un pilar básico. Y espero mucho también de las elecciones que este año devolverán a la Federación de Lucha Canaria su normalidad democrática y la representación de todos sus estamentos en la gran Asamblea regional. Son instrumentos imprescindibles que hay que saber usar para llevar la lucha a los canarios y a estos a los terreros.

Lucha corrida, para quedarse

En este sentido, me alegra mucho que la Federación Insular de Lanzarote, que preside Sebastián Lemes, y los seis clubes lanzaroteños apostaran por recuperar la lucha corrida para la competición de la Copa Cabildo. Ha sido un acierto total que espero que se mantenga como un torneo señero todos los años. También me produce “orgullo y satisfacción” la respuesta que se está teniendo para que Arrecife recupere su terrero, entullido por una mala decisión política, y que esa lucha noble esté sirviendo también para poner en valor la lucha canaria en la capital lanzaroteña, que lleva años sin club de este deporte nuestro en su municipio. No me olvido tampoco de la creación del equipo femenino Tinecheide ni de los campeonatos de la base, entre ellos, el Desafío de Los Majos.

Las nuevas incorporaciones de luchadores como los hermanos Tejera y Ángel García en el Unión Norte, la refundación del San Bartolomé de la mano del nuevo presidente José Javier Hernández, con el refuerzo de nuevos luchadores o tanto la vuelta al Tao de luchadores formados allí como Andrés Guillén, Hacomar Elvira, Roberto Barrios y Sixto Rodríguez como el nuevo proyecto del Tías que descansa en el fichaje del joven puntal C Argeo García dan nuevas ilusiones a los aficionados. A ellos se suman luchadores baluartes con experiencia como Saúl Romero y Cristián Morales en Tinajo, Shane Hernández y Alvaro Torres, en Yaiza, o Rayco García en el Unión Norte. Y el espectáculo que viene de la media con hombres como Diego Cazorla, Rubén Niz y Alexander Catarino, en el Tinajo; Nauzet de León y Cristian Clavijo, en el Unión Norte; Aday Aguilar, en el San Bartolomé u Octavio Perera, Antonio Cerezuela y el juvenil Elieser Martín, en el Tías. El peso lo ponen José Manuel de León Mora, San Bartolomé, y Marcos Correia, en Yaiza. En realidad, todos y cada uno de los luchadores que saltan al terrero son necesarios para dar un buen espectáculo y a ellos todos hay que agradecerles que mantengan viva esta llama, pebetero imprescindible de nuestra historia.

Carta a los Reyes ( de la lucha canaria)

A los Reyes Magos, con respecto a la lucha canaria, les he pedido unas cuantas cositas. Son fáciles de hacer, si se quiere. En primer lugar, cambiar el horario de las luchadas de las 21 a las 20 horas. Se puso a esa hora cuando los trabajadores tenían horarios hasta las seis o siete de la tarde, había jornada partida y cosas parecidas. Eso ha cambiado con el turismo. También han cambiado los horarios de la restauración. Antes, salías de trabajar, te duchabas, ibas a la luchada y acababas cenando en el lugar del encuentro. Ahora, tienes que esperar para que se haga la hora de la luchada y cuando sales ya están las cocinas cerradas porque a las 22:00 ya no te sirven en ningún lado. Ese es un inconveniente para motivar a la gente a que empiece la noche de fiesta en el terrero. También les pido que traigan a los luchadores botellas personalizadas de uso individual para que no beban todos de la misma garrafa, tamaño más apropiado para las bestias que para deportistas. Los jugadores del baloncesto o del rugby son tan o más corpulentos y no tiran de esas excentricidades. Casi es preferible el porrón de antaño.

Les pediría mil cosas más. Pero no quiero abusar ni obligar a los camellos a venir más cargados de la cuenta que eso puede ser delito con la nueva ley del animal en vigor.

Lo que sí deseo es que los luchadores combinen perfectamente fuerza y maña y entrenen y aprendan porque el verdadero bagaje y riqueza de nuestro deporte son su espectacular repertorio de técnicas y no los trofeos que se oxidan en las vitrinas de unos u otros equipos. Y recordarles que la lucha se trata de derribar al contrario, llevarle a la arena y, a veces, es más fácil conseguirlo haciendo técnicas combinadas, inesperadas para el rival, que con levantadas a destiempo, feos empujones, faltas encubiertas o triquiñuelas indignas. También les pido a los árbitros que miren la agarrada como parte de un espectáculo, como parte de un todo, donde hay que favorecer que luchen en igualdad de condiciones  y no en favorecer al más persistente en la demora o eliminarles sin ni tan siquiera pegar. El que no sabe agarrar con honestidad que se quede en el campo de entreno hasta que sepa pegar.

   ¡A luchar, canarios!

  • Escrito por MANUEL GARCÍA DÉNIZ