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Mi equipo ideal

 

 

 

Tengo mono de luchadas. Después de la copa a lucha corrida y la fase regular de la liga, que me he comido casi al completo jornada tras jornada, este parón de Semana Santa, después de que se tuviera que suspender y retrasar una de las vueltas de semifinales (Unión Sur Tías- Tao, viernes, 5 de abril, a las 21:00 horas en el terrero Ulpiano Rodríguez Pérez) me falta emoción. Así que me he puesto a ver vídeos y a elucubrar. Y acabé haciendo mi equipo ideal de la temporada. El que considero que podría ser el equipo más efectivo a la que vez que más espectacular y completo. Es mi elección, nada más que eso. Que nadie se me ofenda. Por supuesto, además de datos y buenas campañas de los incluidos, hay un componente emocional del que lo elige. O sea, mío. Son luchadores que a mí me gusta ver cuando voy a los terreros y que, habitualmente, consiguen emocionarme con algunas  de las cosas que hacen.

Antes de construir el mío, me gustaría que los lectores supieran también cómo se hace un equipo de segunda categoría, que es la que hay en Lanzarote, con qué mimbres se hace un equipo para respetar la norma. En primer lugar, un dato universalmente conocido: los equipos de lucha canaria al sistema de 3 luchas las 2 mejores, está formado por 12 luchadores. Tres de ellos, los de la cola, o inicio, en el caso de la competición lanzaroteña, tienen que ser, necesariamente, juveniles y/o cadetes, como una forma de promocionar a los más jóvenes y que se habitúen a pegar ante mucho público y frente a luchadores de mayor envergadura, antes de dar el salto definitivo a la categoría senior. Después, cada equipo solo puede tener, en la cabeza, a un número de luchadores clasificados por la Federación de Lucha Canaria como destacados o puntales. En los equipos de segunda categoría, que es la que nos ocupa en Lanzarote, no pueden participar ni puntales A ni B, reservados para la máxima categoría, la Primera, que actualmente tiene ligas insulares en Fuerteventura, Tenerife y La Palma. En cambio, sí pueden luchar el resto de clasificados: puntal C, destacado A, destacado B y destacado C.

A cada tipo de clasificado se le da un valor en puntos. El puntal C vale 8, y no se puede alinear sino con destacados C; El destacado A, vale 6 y solo puede haber uno por equipo. El destacado B vale 4 puntos y el destacado C, 2 puntos. Un equipo puede tener como máximo 12 puntos, aunque pueden fichar dos destacados C extra. Sabiendo esas condiciones, los distintos clubes comienzan a fichar luchadores para componer los mejores equipos posibles. Entre una temporada y otra, en pleno verano, se llevan a cabo las contrataciones de los destacados y puntales. El mercado es regional, ya que la clasificación es única y los luchadores pueden ir de una isla a otra a luchar de acuerdo con su categoría.

Yo voy a apostar por un equipo sin puntales C ni destacados A. En la competición lanzaroteña, el único puntal C es el tinerfeño Argeo García, que es el hombre fuerte del Unión Sur Tías, eso obliga al equipo a prescindir de destacados A y B. Y hubo tres destacados A, el del Tinajo, Saúl Romero, el del Tao, Carmelo Guillén, y el del San Bartolomé, José Manuel de León. Ninguno de los tres ha tenido un desarrollo a su máximo nivel, ni tan siquiera Andrés Guillén, que ha sido un destacado A de muy buen nivel en otras temporadas. Ninguno de ellos me parece superior a dos de los mejores destacado B juntos de la competición. Por ello, me decido a agotar los 12 puntos con tres buenos destacados B y sumar los dos destacados C extras que me permite la competición.

Tres destacados B

En la liga se han visto muy buenos destacados B,  me gusta mucho el tinerfeño Shane Hernández, recién subido esta temporada. Sabe luchar y tiene temple. También me gusta el otro destacado B del Unión Sur Yaiza, Marcos Correia, que, aunque tiene un sobrepeso corregible, es un hombre ágil y siempre sale a luchar. El destacado B del Tinajo, el tinerfeño Eusebio Díaz, a pesar de su corta altura, es un hombre fuerte y aguerrido, del que quitaría sus malas formas de pegar y su marrullería al iniciar la brega, pero destaco su combatividad y entrega. El destacado B del San Bartolomé, David Medina, también es un hombre seguro, que ha estado mucho mejor esta temporada y que si se planta es difícil de tirarle. Son todos buenos luchadores, con sus pros y sus contras.

Pero mis tres destacados B están más que elegidos y posiblemente los tres estarán en la final de la liga del 12 de abril en el terrero Heraclio Niz Mesa “Pollo de Arrecife” por méritos propios. El primero elegido es el veterano grancanario Arasahi Tejera Álamo, que a sus cuarenta años disfruta luchando tanto como hace disfrutar a la afición del Unión Norte con su incuestionable eficacia. Hombre serio dentro y fuera del terrero, controla la agarrada de principio a fin, juega con las piernas de maravilla, se mueve con decisión y confianza y lucha siempre. Acepta la responsabilidad sin renunciar a dar un espectáculo: un crack. Su relación con el destacado B Rayco García, que este año se ha visto afectado por lesiones pero no ha dejado de luchar ni de esforzarse para que su equipo fuera el primero en meterse en las semifinales y en la final, ha sido casi fraternal. En mi equipo siempre estará Rayco García, por su honestidad en la lucha, por su planta de deportista  y por su innegable apuesta por ir a luchar. Es fuerte, sabe luchar y le falta paciencia para citarse con otro luchador ante mil personas a contemporizar. Si Rayco lucha, se ve espectáculo. Aunque, a veces, salga ganando su rival. Como tercer hombre, confío en otro Hércules, que cada día me gusta más y cada semana se prepara mejor: Hacomar Elvira, el destacado B del Tao. Se ha estilizado, ha cambiado grasa por músculos y se le ve muy ágil. Mi tridente de cabeza es ese: Arasahi Tejera (Unión Norte, finalista), Rayco García (Unión Norte, finalista) y Hacomar Elvira (Tao).

 

Dos destacados C

En destacados C, la oferta es inmensa. Los hay muy buenos, unos por estilistas, otros por experimentados, otros por resolutivos o por ser encontrados con luchadores superiores. Me gustan mucho Álvaro Torres (Unión Sur Yaiza), un gran estilista con un pundonor increíble, o Abián Guillén (Unión Sur Tías), que está haciendo una muy buena temporada, o Roberto Barrios (Tao), que es lanzaroteño pero que viene de bregar en el grancanario Guanarteme, un hombre sobrio, con una buena posición y buen luchar. Los del San Bartolomé Moises Oliveros y Kevin Ortega o el propio José Antonio Elvira (Unión Sur Tías) o mi admirado Paquito Reyes (Tao) dan la talla y vale la pena verles luchar. Pero en C hay dos que se salen: que son C con valor de A. Por un lado, Cristian Morales (Tinajo), un deportista que se crece en la adversidad, que lucha bien, que pone todo lo que tiene, que sale contra cualquiera y tumba al más guapo. Por otro, Ángel García (Unión Norte, finalista), posiblemente el hombre más fuerte de los que saltan al terrero en Lanzarote. El profesor de Económicas, que se inició en la lucha hace apenas cinco años, con 23 años y recién graduado, ha crecido una barbaridad. Mantiene una posición casi infranqueable en la categoría y, cuando abraca al contrario para atacar de levantada, el público siente en sus carnes la presión que su rival apenas aguanta en las suyas. Le falta técnica todavía, pero le sobra planta, valentía y entrega. Cuando su mandador le dé licencia para luchar, y no lo utilice tanto para anular a contrarios difíciles para sus letras superiores, el público vibrará con el bravo luchador de Tías.

 

La media ideal

Decididos los cinco de la cabeza y con la elección obligatoria de tres juveniles, hay que seleccionar solo a cuatro luchadores de un montón de luchadores senior no clasificados. En la media, hay de todo. Ahí están los que llevan toda la vida y no han subido y los que acaban de llegar y quieren seguir subiendo. Luchadores como los estilistas  Nauzet de León y Cristian Clavijo (Unión Norte), Pedro Arrocha y Rubén Niz (Tinajo)  Aday y José Antonio Navarro (San Bartolomé), Alexander Barrios (Tao) y Octavio Perera y Alejandro García (Unión Sur Tías). Todos son dinamizadores y espectáculo pero no hay color con los cuatro seleccionados. A Sixto Rodríguez , hijo de mi admirado Sixto Rodríguez, yo lo pondría siempre. No es la bomba explosiva de su padre, pero ni falta que le hace. Es un hombre para estar mucho más arriba, todos sabemos que volverá a tener letra pronto. Así que aprovechemos para alinearlo como no clasificado ahora que se puede. Los otros dos elegidos vienen directamente de Tinajo. Uno es un estilista maravilloso, Diego Cazorla, el otro es un puntal en potencia, Alexander Catarino. Y el cuarto y último me lo traigo del Unión Sur Tías. Se trata de Antonio Cerezuela, un hombre con una gran proyección, tiene cuerpo y conocimiento para triunfar en este deporte. Le falta creérselo y racionalizar sus expectativas. Yo creo en él.

Tres juveniles o cadetes

Es sorprendente y contradictorio lo que pasa con los juveniles y cadetes en Lanzarote. Realmente hay muy pocos chicos practicando lucha canaria si lo comparamos con la cantidad que hay en otros deportes o si nos atenemos a las dificultades que tienen los clubes para armar sus equipos base. Pero, en cambio, hay chicos muy buenos. Eso habla muy bien de sus entrenadores y del trabajo que se está haciendo con la cantera. Debería haber muchos más, pero hay chicos que ya apuntan muy buenas maneras. Para senior, como mis tres primeros hombres en saltar a la arena, sintiéndolo mucho por otros cuantos que tengo en mente, me quedo con Elisier Martín (Unión Sur Tías), que al verlo luchar se te olvida la edad que tiene, Jesús Afonso (Tao), una maravilla de luchador con cuerpo, temple y decisión, y Martín García (Unión Sur Yaiza), puro nervio y técnica.

Este es mi equipo ideal. Pero cualquiera de ustedes, conociendo cómo se monta un equipo, pueden decir cuál es el suyo. Como entretenimiento, yo lo prefiero a los solitarios.

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