“Los planes de los nuestros se aprueban con los ojos cerrados y la nariz tapada, Oswaldo”

El pasado 14 de marzo, segundos después de reunirse el Consejo de Gobierno del Cabildo de Lanzarote, la “amiga invisible” de los partners mediáticos del presidente Oswaldo Betancort filtró a esa prensa amiga que se había informado negativamente a la aprobación del Tercer Plan de Modernización de Puerto del Carmen. A ambos lados del teléfono, aquella llamada se vivió como un palo de dimensiones siderales al PSOE de Lanzarote, “que habla mucho de masificación turística, ecotasa, moratoria y demás conceptos que tanto asustan al empresario depredador de Lanzarote pero que, desde que tiene oportunidad de gobierno, se tira al monte en busca de más camas sin importarle nada”.

Y esa fue la primera lectura de los medios amigos y sus secuaces. Se valoró el palo que el gobierno de Oswaldo le había dado al PSOE diciéndole que se tumbaba el Tercer Plan de “Mordernización” de Puerto del Carmen como ladrillazo en toda regla en la bocaza socialista.  El sempiterno alcalde socialista volvía a los tiempos en los que le aprobó con nocturnidad y alevosía un macroproyecto de campo de golf a Juan Francisco Rosa, empresarios amigos y Cía y ponía en ese plan más de mil camas más de las permitidas y autorizaba construir más en menos superficie, alterando los parámetros de densidad. Eso dicen desde el Cabildo y lo celebran, a disgusto de José Juan Cruz que lleva años con los empresarios de Puerto del Carmen pisándole los talones.

Al día siguiente, la cosa cambió como de la noche a la mañana. Los mismos que se reían al teléfono con tanta alegría por la victoria frente “al PSOE y su hipocresía” empezaron a temblar ante la que se les venía encima. Al final, se dieron cuenta que los intereses que defiende el alcalde de Tías, que le aprobó aquella vez el campo de golf a Juan Francisco de aquella manera, son los mismos que defienden ellos. Y que alguien ya se los había recordado. A partir de ahí, la lucha ya dejaba de ser política para convertirse en económica. Y, entonces, lo importante ya no es si son socialistas o nacionalistas los que aprueban y tumban las cosas. El objetivo, el único, el de todos, es que hay que aprobar ese Plan de “Mordernización” como sea porque si no "nos matan a todos". Y empezó la rueda mediática a girar en ese sentido. Recordando que hay más de 300 millones de inversión privada involucrados, que en eso va el futuro del turismo en Lanzarote y bla, bla, bla. Los que mandan de verdad ya habían hablado. Y ahora solo toca obedecer y dejarse de política.

Los políticos en campaña se comprometen como si, realmente, no fuera a llegar el día en el que tengan que dar cuenta de lo prometido. Con el pueblo, es fácil, se les engaña y punto. En España (en Lanzarote, más todavía), sale gratis. Pero otra cosa es venderle el alma al diablo creyendo que este se va a morir antes que tú. Y cuando menos te lo esperas, llega, toca y exige. Y en esas estamos ahora. Y ya no vamos a dejar de estar hasta el mismito juicio final de las próximas elecciones. Hay muchos planes por arreglar, muchas promesas por cumplir, y ellos, por un error de cálculo, han puesto en el primer puesto el III Plan de Modernización de Puerto del Carmen, sin darse cuenta que al que ellos están ahorita visitando, lleva mucho tiempo el alcalde de Tías dando cuentas sin levantar mucho la voz. El turismo es así.

Aquí se habla de aprobar planes como si sus contenidos solo pudieran ser uno: el ideal, legal y justo. Cuando todos sabemos que detrás del mismo nombre, III Plan de Modernización de Puerto del Carmen, en este caso (lo mismo pasa con el PIOL, Plan Especial de la Geria, Plan General, Plan Rector del Archipiélago Chinijo), se pueden esconder las mayores aberraciones, ilegalidades e injusticias.  El objetivo no es aprobar un plan, el que sea, por aprobarlo. No, tiene que aprobarse el plan que garantice que va en el sentido que quiere la sociedad, que garantiza el cumplimiento de los retos y la ley  y que no acoge los pelotazos injustificados de los patrocinadores de la cuadra política del momento. No es fácil, pero el debate tiene que estar en ese nivel.

Es verdad que hay grupos de empresarios que financian campañas, que crean medios de comunicación para hacerles más fácil el trabajito para ellos a los políticos y que no están dispuestos a que nadie se salga del carril que imponen, aunque ello signifique destrozar la isla, llevar a la miseria cada vez a más gente y en convertir la democracia en el ajedrez político al que ellos juegan, donde los gobernantes locales son meros peones que se sacrifican para ellos vivir como reyes. Hay momentos de máxima luz para ver estos episodios. La noche del 14 al 15 de mayo ha sido espectacular. Lo que ayer era un error del alcalde de Tías, "que redactó mal el tercer plan de modernización de Puerto del Carmen", se convirtió en la máxima que había que salvar como fuera. Ya no se trataba de un plan socialista, a partir de ese momento es el plan que nos va salvar a todos. Principalmente, a todos ellos.

Ahora, ya se sabe quién manda sobre quién. Y lo arreglarán, no les quepa la menor duda. Y más pronto que tarde. No habrá un trasporte público que abarate la movilidad a los lanzaroteños, no habrá un ciclo integral del agua que garantice el consumo seguro de residentes, turistas y sector primario, pero les garantizo que habrá, y más pronto que tarde, aprobación del III Plan de “Mordernización” de Puerto del Carmen. No importa lo que hayan dicho antes, no importa que se coman una calle del tamaño de Montaña Ganada, no importa que sea un alcalde socialista y un presidente nacionalista, que se disparen las camas o la densidad de construcción. Nada. Se aprueba. Y se ha aprendido la lección: los proyectos de los nuestros (y los nuestros son los nuestros, al margen de política y tonterías varias) se aprueban siempre. Si hace falta con los ojos cerrados y la nariz tapada, pero se aprueban. ¡Y rapidito, no vayan a molestarse!