Desde el balcón de San Pedro
- Alex Salebe Rodríguez
Elegido y anunciado el sucesor del papa Francisco, Robert Prevost salió al balcón central de la Basílica de San Pedro como nuevo romano pontífice a ofrecer su primer saludo bajo el nombre de León XIV. El primer papa estadounidense de la historia tiene la suerte de empezar su pontificado con el inicio turbulento de su compatriota Trump en el capítulo dos de su doble vida política y empresarial al frente de Estados Unidos.
Las quinielas fallaron, que si Tagle, que si Parolin, que si un cardenal conservador, que si un progresista, que si un moderado, en fin, a todos los que se declararon expertos en la Santa Sede les tomó por sorpresa la figura de Prevost, seguro que también al desjuiciado de Donald que días antes, en su línea, había publicado en redes sociales una imagen suya vestida de papa creada por IA, burla compartida además por las cuentas oficiales de la Casa Blanca.
El hombre se tomó muy en serio eso que deseaba ser el sucesor de Francisco, y tanto, que hasta la Conferencia Católica del Estado de Nueva York acusó a Trump de cachondearse de la fe, pero lo curioso, es que aquí en España, los ultracatólicos, los partidos de derecha y de derecha ultra y medios de comunicación que se escandalizan por hechos baladíes, tan impolutos ellos, tuvieron que tragarse la nueva elucubración de su ídolo y poner en cuarentena su supuesta religiosidad a toda prueba. Tragaron sin atragantarse y tendrán que seguir tragando.
A León le toca lidiar con Trump, le toca como pastor universal de la Iglesia católica y también en su calidad de jefe de Estado del Vaticano. Cara a cara, dos Estados, uno pequeñísimo en extensión, dentro de Roma, y otro muy grande en el norte de América, pero ambos con muchísimo poder.
No le queda nada a León. Para comenzar, desde el balcón de San Pedro tiene que resignarse con la muerte de más de 52.000 palestinos asesinados por Israel sin esperanza de resurrección. Francisco fue muy crítico con este genocidio e intento de exterminio que tiene en USA el cómplice número uno.
¿Qué hará León para intentar frenar esta masacre que el mundo tolera?, y en un momento, el ya, el ahora, en el que, por si había dudas del intento de exterminio y despojo absoluto de un territorio ajeno, Israel desveló su plan para la “captura” definitiva de Gaza. En él está previsto el desplazamiento forzoso de más de dos millones de palestinos al sur de Gaza y el recrudecimiento de la terrible crisis humanitaria.
España estuvo un día sin luz, una incidencia grave que vivimos de cerca y trastornó temporalmente la productividad y comunicaciones del país. Imaginemos Gaza cómo tiene que estar sufriendo con el asedio militar y la destrucción de infraestructuras públicas básicas como hospitales o plantas productoras de agua y energía o el bloqueo de suministros comerciales o ayuda humanitaria que no se cansan de denunciar a diario ONGs como estrategia criminal de acabar con la población en su propio territorio.
El primer saludo de León fue un “saludo de paz” . El papa también llega como cabeza visible de la Santa Sede la semana que Europa conmemora los ochenta años del fin de la Segunda Guerra Mundial. Quién lo iba a imaginar, después de ocho décadas del genocidio nazi para borrar a los judíos del Planeta, pues tenemos un nuevo holocausto en Gaza, allí se repite la matanza, la persecución y el macabro objetivo de limpieza étnica y expansión territorial.
El Hitler contemporáneo tiene desde noviembre pasado orden de arresto de la Corte Penal Internacional por presuntos crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, pero Benjamín Netanyahu, como el expresidente colombiano, asesino y narcoparamilitar, Álvaro Uribe Vélez, continúa riéndose de la Justicia y de los muertos sin esperanza de resurrección. Le queda mucho por ver a León desde el balcón de San Pedro, la muerte reina y las desigualdades y el hambre y falta de educación azotan a la humanidad, y el mundo calla.