PUBLICIDAD

Rosana brinda a Arrecife un inicio de los Sangineles a lo grande

Miles de personas siguieron el espectáculo pregón y concierto de la cantante e hija predilecta de Arrecife

El alcalde de Arrecife, Yonathan de León, y el concejal de Fiestas, Echedey Eugenio, lo tienen realmente difícil para mantener el nivel de estas fiestas en honor de San Ginés, patrono de la ciudad, que demostró en  sus inicios con un pregón y concierto de la cantante arrecifeña e hija predilecta de la ciudad Rosana Arbelo. Fue, sin lugar a dudas, el mejor inicio de fiestas de este siglo, como poco, de los Sangineles, con un derroche de creatividad y una magia especial de las que hacen ilusionar a una comunidad y provocar el reencuentro de sus vecinos con un lenguaje universal, la música, pero con el protagonismo de alguien tan lanzaroteña como cualquiera de nosotros que desprendía, a la vez, su talento musical y su arraigo a nuestra tierra.

Rosana, la hija de Nicolás Arbelo, el pequeño armador que iba y venía de la costa africana cargado de corvinas, burros y chernes, rememoró su estampa familiar primero a orillas del Charco de San Ginés, “esa laguna natural que tiene mi ciudad” y después en el barrio de La Vega, donde resultó encandilada para toda la vida por una guitarra que le vino de regalo junto a una bicicleta, en el almacén en el que su padre y sus marineros cosían los chichorros, al lado de su casa. Hija de padres como los nuestros y hermana de familia numerosa como casi todos los lanzaroteños nacidos en los años 60 del siglo pasado, su amor por la guitarra y la música la llevó a la gran ciudad de Madrid, donde a base de estudio y talento convirtió en arte su magia para crear canciones llenas de luz e interpretarlas con toda la pasión pero sin zapatos. Descalza llegó al estrellato de la música, con su talismán y a fuego lento, como casi todo lo que brota de esta isla volcánica. Y descalza recorrió ayer su repertorio musical en el escenario y la playa del Reducto, jaleada por miles de lanzaroteños que se identificaban con ella y se contagiaban de su pasión desenfrenada por sentirse no solo anfitriona sino también profeta en su ciudad y en las fiestas que tanto vivió con sus hermanos en el pasado cada agosto.

El pregón concierto de Rosana es el chute de ilusión que necesita esta ciudad para que se empodere y empiece a luchar por su futuro. El equipo de gobierno recién salido de las urnas, con un alcalde joven, Yonathan de León, que parece que quiere hacer cosas por la ciudad, y responsable junto con Echedey Eugenio de meter a Rosana en este berenjenal, puede aprovechar este espectacular inicio de mandado para seguir los pasos de la hija predilecta e ilusionar con su proyecto también a la ciudadanía.

Arrecife anoche parecía una gran ciudad inaugurando con un espectáculo mágico sus fiestas patronales.  Desde los barrios al centro, la lanzaroteña mágica atrajo a modo del flautista de Hamelín a niños, adultos y mayores a la playa del Reducto para extasiarlos. Que no pierda esa magia…

Escribir un comentario

Código de seguridad
Refescar