LA EMOCIÓN SERÁ MÁS FUERTE QUE EL DEBATE POLÍTICO

El próximo sábado, a las 12 horas, el pleno municipal de San Bartolomé se reunirá para elegir al nuevo alcalde. Y lo hará en el mismo escenario, en el Teatro Municipal, elegido para tributar el último adiós a su querido alcalde Alexis Tejera hace unos días. Será muy difícil estar en ese acto y no percibir la huella de dolor y orfandad dejada por la despedida.

 El nombre de Alexis brotará no sólo de las bocas de los enchaquetados concejales portavoces en sus discursos quebrados por el recuerdo sino de las de todos los presentes. No es una elección cualquiera. No se trata solo de cumplir con el protocolo previsto para devolver la normalidad orgánica a la institución. Es también el momento, sabiendo, además, que las habas están contadas, de favorecer el relevo inevitable con generosidad y elegancia. Será un acto especialmente emotivo, donde los que ganan la votación son los portadores de la principal pérdida. Y en esos casos no se puede estar en contra. Hasta presentar candidatos alternativos no parece demasiado lógico. ¿Sinceramente se aspira a truncar el deseo expreso de quién conquistó una histórica mayoría absoluta y se despidió con un apoyo mayor todavía? Es la primera vez que presenciamos la elección de un alcalde sumidos en el duelo por el anterior. Que sea distinto.