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¿POLÍTICOS O VISITADORES?

 

Aunque no es una fauna nueva en la vida política insular. Desde siempre ha habido políticos más dados a estar, a figurar, que hacer algo constructivo para sus vecinos y electores. Creían que bastaba con salir en las fotos, en darse a conocer y, a la vez, fardar con los amigos de su alto nivel de popularidad. Ya verán esos ejemplos, estos días, con las fotos que llegarán de Fitur de nuestros políticos rompiéndose la mandíbula y el estómago a base de bien sin hacer nada. Está claro que algunos sí hacen algo, pero precisamente estamos hablando del montón no de la excepción.

Pero es que  hay otros mucho peores. Aquellos que se pegan todo el año visitando obras, visitando otras corporaciones, siempre acompañados por el fotógrafo de cabecera. Pero es que ni las obras las proyectaron ellos, ni esas reuniones se traducen en nada. Porque después no se les conoce ninguna actividad, al margen de la visita y la foto. Los más extrañados son los propios trabajadores asignados a sus departamentos que para ver a esos políticos tienen que buscarlos en los medios de comunicación. No tienen ni idea de lo que pasa en sus departamentos, no quieren saber nada de nada y así nos va. Pasan los años y los problemas siguen siendo los mismos y las obras se reducen a las imprescindibles para el “fotocall”.

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