UN DEBATE DEL ESTADO DE LA ISLA DE “BAJO PERFIL” POR LAS MARRULLERÍAS DEL PRESIDENTE
- J.B.C.
Los buenos luchadores, los que aspiran a ser los mejores, quieren enfrentarse siempre a los mejores puntales. Y lo hacen con valentía, desparpajo y brillantez. Después están los que quieren vivir de las rentas, los que hacen de las trampas y las marrullerías su forma natural de sobrevivir en los terreros. Oswaldo Betancort y su ejército de enchufados han apostado por colocarse al lado de los mediocres (es verdad que cada uno tiende a colocarse donde más cómodo se encuentra) al no llegar a un acuerdo con la oposición para poner unas fechas para el debate del Estado de la Isla donde pudieran estar los primeros/as espadas. Más bien, han celebrado con alegría y entusiasmo pueril el haber dejado fuera del debate a la líder del PSOE, María Dolores Corujo, que tiene que estar los martes y miércoles en el Congreso de los Diputados, donde es diputada también.
Está claro que Oswaldo donde mejor se encuentra es hablando él solito o delante del espejo o en sus costosas redes sociales (qué más da, es dinero público). Así nadie le puede reprochar la sarta de mentiras y boberías que dice por minuto. Pero es que hacer un debate de la isla, sin la líder del principal partido de la oposición, que apenas sacó 69 votos menos que el presidente en las elecciones, es un muy mal ejemplo. Está claro que hasta en esto (en cuestión a la capacidad de gestión y visión de isla la ventaja es demasiado obvia), Pedro San Ginés era muy superior a Oswaldo. A él le basta con leer discursos que rayan la alucinación, viajar y más viajar y facturar dietas y más dietas. Está claro que la mediocridad y la cobardía se ha instalado en la Cabildo. Que le tenga miedito a Lola ya es todo un síntoma.