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La mayoría de los municipios de Canarias, también algunos lanzaroteños, eligen a una persona de contrastada capacidad investigadora y divulgadora de los valores e historia del municipio (no necesitan ser historiadores ni poseer ningún título académico) y la nombran cronista oficial del municipio. La idea es dedicarlas a promocionar ese conocimiento que atesoran entre los habitantes del lugar y también para darlo a conocer fuera del municipio. En Teguise, por ejemplo, tienen a Francisco Hernández, un ratón de bibliotecas y archivos, que se ha convertido en referencia insular por su intenso trabajo en este sentido.

Cuando parece que el debate sobre el soterramiento de la LZ2 a su paso por Playa Honda gana adeptos, el Gobierno de Canarias, espoleado por los socialistas, que, paradójicamente, fueron los primeros en hablar de este tema en Lanzarote cuando eran “mejores amigos” de Eduardo Spínola, acelera el paso para establecer como única opción la construcción de una nueva autovía por medio del jable entre el hospital y el aeropuerto.

Por mucho que intentes enseñarles la diferencia entre la ética y la estética, entre el corazón y el bolsillo, siempre acaban cayendo en los errores garrafales aprendidos en la gonorrea indisimulada.

La profesora de Primaria y única mujer candidata a la Alcaldía de Tías, Arminda Barreto (NC), se ha tomado en serio la idea de entrar en el pleno municipal y ha hecho un programa y una lista a conciencia. Con la paciencia de una hormiguita, Arminda ha ido de menos a más, sacando notas de prensa ajustadas a la realidad del municipio y, ahora, está a punto de presentar una lista que, siguiendo las señales que está soltando en Facebook, tiene buena pinta.

La izquierda de Lanzarote ha apostado claramente por quedarse fuera de las instituciones de Lanzarote.

Ya se empieza a respirar el ambiente de campaña electoral.

Si pensamos en acceder en calidad de laborales fijos a cualquier administración pública y leemos la normativa al respecto parece realmente difícil. Ahora bien, hay excepciones. Sangrantes, en algunos casos. Que dan un repelús tremendo porque están ancladas en el borde, o sin borde, del fraude de ley. Si nos pusiéramos a ver la cantidad de personas que han entrado en la administración de esta forma, nos llevaríamos una enorme sorpresa. Y no se salvan ni ayuntamientos ni Cabildos. Tampoco Lanzarote. Personas que entran con un contrato de seis meses de convenio con el Servicio Canario de Empleo y (¡oh, qué casualidad!) acaban por “despiste” de la administración en laborales fijos al denunciar a magistratura no sé qué incumplimiento. Hasta el punto que hay sentencias en la que la magistrada, al ver el comportamiento del abogado que representa a la administración, hace constar que ha habido una total dejación por parte de la parte defensora.

Lanzarote cuenta con un burro experto en camellos. El buen animalito tiene la característica de tener dos patas y de saber diferenciar entre los camélidos los que son nobles, ruines y hasta entre los domésticos y salvajes, cuestión esta última que no sorprende de personaje tan asilvestrado, tosco y brutito que confunde cine de barrios con una superproducción americana.

Las excentricidades de Laureano Álvarez, el hombre conocido por transformar el principio democrático de “un hombre, un voto” por el  de “un hombre, un partido cada año” le llevarán ante los tribunales.

Sin demasiadas sorpresas en la lista al Cabildo de Lanzarote de Jacobo Medina, que repite de candidato a la Presidencia llevando de dos, de nuevo, al histórico Ángel Vázquez Álvarez y de tres a Francisco Javier (Kiko) Aparicio Betancort, que también repite y hace doblete con Tías, y la cuarta María Jesús Tovar Pérez, que también hace doblete con Arrecife.