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“El colapso de la carretera que entra al Parque Nacional de Timanfaya es un desastre desde el punto de vista de la conservación, la experiencia turística y la seguridad”

 

El futuro de los parques canarios: “visitas reguladas” que divulguen los valores de estos espacios únicos y “promoción del transporte colectivo” 

El “cambio climático” y la “masificación” son los dos principales problemas que sufren la Red de Parques Nacionales española

 

 

“El colapso de la carretera que entra al Parque Nacional de Timanfaya es un desastre desde el punto de vista de la conservación, la experiencia turística y la seguridad”. Así valoró la coyuntura que atraviesa el parque lanzaroteño su director-conservador, Pascual Gil, durante las Jornadas de Gestión del Uso Público celebradas la pasada semana en el Centro de Visitantes e Interpretación de Mancha Blanca (Lanzarote).

Con más de 1,5 millones de visitas, Timanfaya es el cuarto parque nacional más visitado de España y el único eminentemente geológico. El 95% de su superficie es zona de reserva y sólo puede ser transitada por razones científicas o de gestión. El problema se concentra en la zona de uso especial donde se ubica el centro turístico Montañas de Fuego.

El director-conservador apuesta por una visita diferente que permita “aprender”, “escuchar el silencio del volcán” y “conocer sus valores”, similar a la que actualmente se realiza en la ruta de Tremesana con guías oficiales que muestran los tipos de coladas, la fauna y la flora a grupos reducidos de visitantes que tienen la opción de caminar entre las lavas. “Tenemos que conseguir que la gente se lleve del parque algo más que un selfie”, añadió Pascual Gil. 

La implantación de un modelo de visita basada en el transporte colectivo y en la divulgación de las singularidades de la naturaleza volcánica son los dos objetivos del Parque Nacional de Timanfaya, que durante toda la celebración de su 50 aniversario ha reivindicado que la población local “debe volver a sentir el parque suyo”.

Manuel Durbán, director del Parque Nacional del Teide, enumeró alguno de los problemas del parque tinerfeño: la compactación del suelo, la erosión, la falta de mantenimiento de los senderos, la concentración de vehículos en algunos accesos, la presencia de visitantes sin información ni equipamiento adecuado y el hecho de que las sanciones administrativas por incumplimiento de normativa ambiental “no se pagan si no eres residente”. 

Tanto Bernabé Gutiérrez, director del Parque Nacional de Garajonay, como Ángel Palomares, director del Parque Nacional de la Calder de Taburiente, recordaron que una de las obligaciones de los parques nacionales es la divulgación, pero que cualquier modelo de visita “debe estar supeditado a la conservación y a que la gente aprenda y transmita los valores del parque”. La mesa que reunió a los cuatro directores de los parques nacionales canarios estuvo moderada por María José Jiménez Díaz, jefa de servicio de coordinación de Parques Nacionales del Gobierno de Canarias.

 

Limitar para conocer, conocer para conservar

 

El abogado Josema Garrido recordó la necesidad de regular “una afluencia de visitantes que supera todos los condicionantes del PRUG” (Plan Rector de Uso y Gestión) del Parque Nacional de Timanfaya, lamentó que “el equilibrio entre el beneficio empresarial y el respeto al medioambiente sea cada vez más precario” y valoró que existe “falta de operatividad y agilidad en la adopción de decisiones”.

El biólogo Rafa Paredes repasó las principales incidencias ambientales que está sufriendo Timanfaya: canales lávicos rotos, molestias a la avifauna marina, acumulación de residuos, etc. Igual que Garrido, convino en que es absolutamente necesario “eliminar el acceso de vehículos privados”.

La directora del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, Elena Villagrasa, compartió las soluciones de movilidad sostenible que han adoptado en el parque nacional aragonés: un servicio de lanzadera -activo desde los años 90 del pasado siglo- la ampliación del sistema de comunicaciones, información online a tiempo real, un sistema de reserva digital y otro que regula el aforo de vehículos en los aparcamientos.

El director gerente de Promotur Turismo Islas Canarias, José Juan Lorenzo, explicó cómo el plan de descarbonización del sector turístico canario ayuda a las empresas a medir su huella de carbono y a implementar medidas correctoras. “La demanda turística seguirá siendo alta: tenemos que escoger el turismo que deje un mayor impacto positivo en nuestro territorio”, añadió. La estrategia pasa por el desarrollo de productos turísticos vinculados a la investigación científica y la salud.

Francisco J. Fabelo, responsable técnico del área de Paisaje y Soberanía Alimentaria del Cabildo de Lanzarote, desgranó el proyecto piloto desarrollado el pasado mes de abril para evitar la masificación del volcán del Cuervo y Caldera Blanca, y recordó que las actualizaciones del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) del Parque Natural de los Volcanes, el Plan Insular de Ordenación del territorio (PIOT) y el PRUG del Parque Nacional de Timanfaya deben ir de la mano. 

Rodrigo Suárez, codirector del Parque Nacional de los Picos de Europa, el tercero más visitado de España, relató la experiencia con la limitación de acceso de vehículos particulares a la carretera de los Lagos de Covadonga, que presentaba un “horrible descontrol” y esperas de hasta cuatro horas hasta que en 2005 se implantó el acceso en transporte público y se fijó un tope de 3.000 visitantes diarios. “Debemos entregar el parque a las generaciones venideras igual o mejor de lo que nos lo encontramos”.

 Las Jornadas de Gestión del Uso Público pueden verse de manera íntegra en el canal de YouTube del Parque Nacional de Timanfaya

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