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LA FRAGMENTACIÓN DE LA IZQUIERDA, EL DILEMA DE SIEMPRE

Los líderes de Podemos en Canarias ya se han dado cuenta de que la división que sufren en Canarias no solo va a hacer mermar su representación parlamentaria, y la de la izquierda en general, sino que puede ser, además, la causa de que no se pueda reeditar el Pacto de las Flores. Los clásicos enfrentamientos y los personalismos han vuelto a convertir a la izquierda en Canarias en una olla a presión que amenaza con restarles protagonismo político a cambio de un mayor nivel de enfrentamientos entre sus huestes.

Lanzarote tampoco se escapa a esa división. Ya sabemos que los líderes canarios de Podemos dieron un golpe sobre la mesa y apartaron a los actuales consejero del Cabildo de Lanzarote de cualquier lista o sueño de continuar en la institución insular. Miriam y Jorge están más amortizados que la casa de muñecas Famosa. Aunque ellos siguen jugándole al pie al PSOE y no se sabe muy bien si aspiran a colarse en unas listas socialistas que cada vez son más propicias a recoger todo lo que se pierde en otros partidos, recordando los estertores del PIL cuando ya no querían liderar sino simplemente gobernar.

 Aunque el problema de la izquierda en Lanzarote es otro. Y va de Lanzarote en Pie, de Podemos y de los desencantados con el rumbo de la izquierda en la isla. La izquierda se ha abierto en canal dejando no dos partes, sino tres: los de Podemos, los de Lanzarote en Pie, y los que no están ni con unos ni con otros, que pueden agarrarse a siglas nuevas.

Esta nueva realidad de la izquierda puede hacer que en Arrecife, donde tienen tres concejales, pasan a tener ninguno. O que en el Cabildo, donde mantienen dos consejeros, se queden también sin nada. Y la cosa es sencilla de entender: La batalla en Arrecife entre Leti Padilla (que se queda con Lanzarote en Pie) y Nona Perera, que vuelve al ruedo después de cuatro años de gobierno regional, puede acabar en tablas. O sea, cero concejales para las dos, al margen de quién saque más votos, porque no superen el 5% necesario para entrar en el reparto. Son dos mujeres conocidas, cada uno por lo suyo, y eso va a crear una importante rivalidad. Y, además, no estamos en momentos buenos para la izquierda, así que lo que hay habrá que repartírselo y cuanto más igualada esté la contienda más probabilidad hay de que naufraguen las dos.

Al Cabildo, si finalmente presenta candidato Lanzarote en Pie para competir con el podemita Nicolás Saavedra, se puede repetir esa misma situación. Más cuando Leti Padilla se ha empeñado en insularizar al máximo sus expectativas, alejándose de ser un partido meramente capitalino. Ya se hizo con el candidato de Yaiza y presentó candidata también en Teguise y se espera que haya más presentaciones en otros municipios, no descartando ni siquiera estar presentes en Tías, donde se convertirían en un hándicap para que Nicolás mejore sus resultados. Todas estas batallas locales mermerán las fuerzas de Podemos también al Cabildo. Y eso, junto con la difuminada e inclasificable labor que están  haciendo en la institución Peñas y Barros, hace que esperar lo peor no sea ni tan malo. Se irá viendo.

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