SAMUEL MARTÍN “HUYE HACIA ADELANTE” Y PRESENTA SU CANDIDATURA CONTRA LA DE PEDRO SAN GINÉS

Los avales presentados por Pedro San Ginés para ser el nuevo secretario insular de CC de Lanzarote son tan aplastantes (tanto en número como en ases locales) que Samuel Martín, que confirma la presentación de la suya, a la que todos llaman la “candidatura de Oswaldo”, más que el apoyo de Oswaldo, tres de sus consejeros y los dos Jesús Machín, necesitaría la “mediación de Israel” para alterar lo que parece una derrota cantada “con el voto del público”.

Nada nuevo para los que conocemos el liderazgo que ejerce San Ginés entre su gente y las pifias que ha cometido Oswaldo Betancort como presidente del Cabildo en estos dos años de mandato. Porque de eso se trata, de una candidatura, la de Samuel, apoyada por los incondicionales de Oswaldo, los mismos que le han permitido que haga sin contar con el partido a su gusto y al de los suyos, sin tener en cuenta la organización y siempre dispuesto a saltarse sus consejos para arrimarse a sus objetivos personales. Samuel se ha prestado a jugar este papel, paradójicamente, un hombre que fue postergado en la lista del Cabildo por el poco interés de Oswaldo de contar con él y que entró gracias a la presión ejercida por el Comité de Arrecife, que apoya de forma aplastante la candidatura de San Ginés.

Todavía no se descarta que se pueda llegar a un acuerdo y que el propio Samuel se incorpore a la plancha definitiva de San Ginés. De hecho, muchos de los suyos están por la labor.  Pero, claro, cuando se navega con barco ajeno las decisiones no las toma el patrón sino el armador, que para eso es el dueño de la embarcación. Y Oswaldo parece que no está por aceptar que sus tres intentos hayan sido todo un fracaso.  primero vio que no podía ir él persnalmente porque frente a San Ginés no tenía nada que hacer, después armó una candidatura con Samuel que no consiguió los apoyos que él esperaba y, ahora, está en la tesitura de aceptar un acuerdo de mínimos o arriesgarse a sufrir una fuerte derrota entre los suyos. Siempre le queda organizar la fiesta de fin de congreso. ¡Eso seguro que lo borda!