Para que nadie se quede atrás

No vamos de dejar a nadie atrás, que no quepa duda.
- Escrito por Manuel Fajardo Palarea, senador del PSOE por Lanzarote y La Graciosa.
No vamos de dejar a nadie atrás, que no quepa duda.
Es difícil recrear un escenario peor a día de hoy para el turismo en España y en Canarias. Cuando arrancaba la temporada de invierno hace escasos meses, nos despertamos una mañana con la noticia de la quiebra de la segunda empresa más importante en el mundo en turoperación, Thomas Cook. Casi al mismo tiempo, y aprovechando que el Pisuerga pasaba por allí, la compañía aérea Ryanair decidió cerrar sus bases en Canarias, basándose en la escasa rentabilidad de las mismas. Como no hay dos sin tres -y por si todo esto no hubiera sido suficiente-, rondaba en el aire la amenaza del Brexit y la incertidumbre que generaba y genera, aún hoy, al no haberse formalizado estrictamente el acuerdo.
Una amplísima batería de consideraciones y propuestas para un momento importante... de lo que se trata y lo que toca ahora, es aportar desde la lealtad a nuestros votantes, y desde la lealtad, como no puede ser de otra manera, al gobierno, o lo que es lo mismo, hemos de remar TODOS en la misma dirección. Coalición Canaria presentó este lunes 120 medidas plasmadas en un único plan, todas ellas de gran alcance, y con mirada crítica puedo decir que considero que están a la altura de esta difícil situación, son soluciones reales a situaciones reales.
Huyendo de las típicas definiciones grandilocuentes que suelen enmarcar un Plan de Acción Social o Plan de Rescate Social para ellos y ellas; lo que pone de manifiesto este documento es que realmente se contemplan muchísimas medidas para las personas y para arrimar el hombro, que ya toca. Porque es ahora cuando tenemos que poner de manifiesto nuestro ADN, nuestro compromiso con nuestra gente con un enfoque más municipalista si cabe, y estudiar las medidas atendiendo a las necesidades analizadas con mucha dedicación. Medidas económicas que una vez implementadas permitirán que en esta ocasión no sean los mismos de siempre a los que les toque pagar los platos rotos, a los que les toque... OTRA VEZ.
El complemento a la renta mínima no contributiva, equiparándola con el salario mínimo durante un periodo de 2 años. La renta básica ciudadana, no condicionada solo al estado de alarma, concedida con la diligencia que permita no poner en peligro de exclusión al que la solicita ni a sus familias. La bonificación del 50% del IRPF en los ejercicios 2020-2021. Suspensión del pago de las hipotecas para personas que pierdan su empleo o formen parte de un ERTE, o se vean obligados a parar su actividad. Bonificación del 100% de la cuota de autónomos de empresas de menos de 10 empleados hasta que se levante totalmente el confinamiento y una bonificación del 50% para los meses posteriores son solo algunas, que como digo, pone de manifiesto que son unas medidas meditadas y con el fin último de arrimar el hombro con nuestra gente sin dilación.
Hoy que abandonamos la Semana Santa y justo cuando casi se ha cumplido un mes del inicio del decreto que nos obliga a permanecer en casa y que restringe nuestras libertades por el nada despreciable precio de salvar vidas humanas, me asaltan reflexiones y pensamientos en voz alta que ¿por qué no? Me gustaría compartir en estas líneas.
Y cuando digo “alturas” me refiero a algo tan poco idílico como la azotea de mi casa. Un espacio habitualmente reservado para menesteres prosaicos y para acumular trastos en los correspondientes cuartos y que, por mor del Coronavirus y el obligado enclaustramiento generalizado, se ha convertido en territorio de asueto colectivo para los vecinos (con estrictos turnos y distancias de seguridad, por supuesto). Cuartos que, envueltos en polvo y abandonados a su suerte, han mutado casi por arte de magia, por ejemplo, en coqueto estudio de pintura. Pintura pausada, quizás por el carácter de la aprendiz de pintora, quizás por solo disponer de un lienzo que se pretende alargar hasta el fin del confinamiento.
La pandemia que asola el planeta tiene a media humanidad confinada en sus casas y a buena parte de la actividad económica y empresarial con el freno de mano puesto. Todos los datos que vamos conociendo procedentes de los organismos internacionales vaticinan una gran recesión impuesta por la crisis sanitaria global que, probablemente, conllevará una brutal reconversión de la economía. Para esto ninguno estábamos preparados, así que se nos presenta por delante una tarea realmente extraordinaria.
El Ayuntamiento de Tías, a través del área de Cementerio que dirige Pepa González, colocó ayer una corona en la puerta del camposanto "en memoria de todos los fallecidos" y en consideración a las personas que desean llevar flores y no pueden debido al confinamiento domiciliario decretado para combatir la expansión del coronavirus Covid-19.
Los bulos siempre han existido pero con la misma facilidad que se propagan, los podemos desmontar con escaso esfuerzo.