Don José María Espino, el maestro, regresa a Mácher para quedarse


Mácher gana un referente cultural con el descubrimiento del busto del insigne maestro que en un periodo corto de estancia, a comienzos de los años sesenta, supo conectar con los padres y alumnos para lograr que saltaran la barrera de los estudios primarios y optasen a ir a las enseñanzas Medias en Arrecife y posteriormente acceder a estudios universitarios. En los primeros decenios del siglo XX los índices de analfabetismo estaban cercanos al 70 %. En las islas de Señorío, los hacendados no veían con buenos ojos que los hijos de medianeros accedieran a los estudios pues les restringía el número de braseros para sus tierras. Por eso, la tarea del maestro no fue sencilla: convencer a los padres y a los propios alumnos que tenían un acceso fácil al mundo laboral. José María Espino nació en Guatiza, de padre zapatero, y realizó las enseñanzas Medias con gran esfuerzo. En el primer curso bajaba en bicicleta al centro de enseñanzas Medias en el curso 1947, ubicado en el Charco y su regreso lo hacía echando la bicicleta en una carrocería de un camión.
- Escrito por Juan Cruz Sepúlveda









