Haría fue una fiesta
De desconocidos a políticos destacados (II)
- Escrito por MANUEL GARCÍA DÉNIZ
Hace unos días, en la sede del PSOE en Ferraz, nuestro secretario general y presidente del Gobierno Pedro Sánchez, junto a dos históricos expresidentes también socialistas, Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, inauguraban la exposición '40 años de democracia, 40 años de progreso', para conmemorar el aniversario de la victoria electoral de 1982.
Cuatro años son más que suficientes para que germine un político. Los hay que nacen y mueren en menos de ese tiempo y otros que nacen y permanecen durante muchísimos años más sin crecer ni reproducirse y resistiéndose a morir políticamente.
Durante los años 70 de siglo pasado, en ese ambiente rural que tan bien recuerdo de Tías, donde podías ver al mediodía, al sol, debajo de la pared de su casa, a cualquier vecino, sentado sobre la albarda del burro fumándose una cachimba, la enseñanza era una necesidad imperiosa. Los padres, muchos de ellos apenas sabían leer y escribir, o poco más, se afanaban en que sus hijos no quedaran también estigmatizados por el don de la ignorancia iletrada. Pero era difícil encontrar complementos a unas aulas oficiales deficientes, donde solo progresaban los que realmente tenían interés y se quedaban atrás, muchas veces de forma definitiva, aquellos que se entretenían en absurdos juegos o no contaban con la estimulación y apoyo familiar necesarios. Mis hermanas, por los menos tres de las ocho que tenía, se sumergieron en esa necesidad y se lo tomaron con una seriedad y compromiso impropios para su edad y sus antecedentes formativos.
Juan Rulfo el gran escritor mexicano que logró entrar en el mundo profundo de su memoria e imaginación de una forma tal que la lectura de sus novelas Pedro Páramo y El llano en llamas nos llevan a un mundo propio interior donde reposan los recuerdos acumulados que se superponen a los nuestros. Los pueblos y ciudades evocadas o imaginadas. Sus campos y calles se animan por la presencia onírica de personas y ecos «… capaces de fluir sin límites en el tiempo y en el espacio…» [J. Rulfo. Pedro Páramo]
Los camiones de cubas podrían parecerse al de la foto, pero este no era de los Cedrés ni de Tías. Solo se pone a afectos de ilustrar el artículo.
En mi infancia, en los años setenta del siglo pasado, en Tías era más frecuente ver un burro o una burra amarrados delante de la puerta de las casas que ver un coche aparcado. Era un pueblo diseminado con un centro poco poblado y casas mayoritariamente separadas a lo largo de la carretera Tías- Macher y su variante hacia Puerto del Carmen. Separados por importantes claros de fincas cultivadas estaban los barrios de El Lugar de Abajo, yendo hacia Arrecife, al este; Los Lirios y El Hoyo del Agua, al oeste ambos, el primero al norte de la carretera y el segundo al sur. En la parte alta del pueblo, cerca de las montañas, estaban El Lugar de Arriba y Las Cuestas.
Conseguir objetivos cuesta, y especialmente cada vez más si son puramente cuantitativos como las tormentosas cuotas de ventas, por eso hay quienes afirman que insistir es todo un arte.
Por razones de no discriminación de sexo, en la época de Zapatero se empieza a poner de moda el lenguaje no sexista, es decir, aquel que usa el masculino genérico para referirse al género masculino y femenino cuando se usa el plural. Entonces, se apuesta por desdobles que atentan contra el principio de economía lingüística o se opta por nombre colectivos como “los profesores y las profesoras del centro” o “profesorado del centro”. En este caso concreto sí que es posible recurrir a un nombre colectivo. Como es “profesorado”. Estas modas llevan a hacer auténticos 'malabarismos' gramaticales que producen un estilo cansino y tedioso cuando se lee o escucha un texto, que muchas veces es hasta ilegible por el uso de símbolos como la barra oblicua( los/las) o la arroba (l@s). Auténtico destrozo...
No hay que negarle las buenas intenciones de la presidenta del Cabildo a la hora de organizar un reconocimiento a la sociedad de Lanzarote por el sacrificio que significó afrontar la pandemia del SARS COV-2 y de los efectos de la COVID-19. No hay que hacerlo ni lo hacemos. En cambio, si es muy criticable la organización del acto desde el principio al final.
Los electores se encuentran años tras años, elecciones tras elecciones, muchos nombres pero pocas propuestas. El centenario Machín, votando en las últimas elecciones locales de 2019.
Ha empezado la danza electoral y ya vamos viendo la exhibición de los pavos reales de los distintos partidos. Hay luchas intestinas veladas y no tan veladas en las organizaciones políticas, que dicen que nacieron para transformar la sociedad y que ahora se conforman con ser ascensores sociales casi únicamente para sus miembros más destacados.