Top Secret

Realmente penoso. Con lo sencillo que es decir que no hemos hecho ninguna obra de interés en este año y medio que haya sido programada por nosotros, María Jesús Tovar se dedica a marear la perdiz hasta que suelta: “¡Ay pue no recuerdo ninguna ahora! ¿Pero qué obras hicieron ellos?”. A la toda ella consejera de Hacienda y Contratación (¡de contratación y no sabe lo que se ha contratado!) del Cabildo de Lanzarote parece que los viajes a Bruselas y a Madrid con la jefa de Gabinete Gladys la han dejado un tanto cansada. Ni se entera de lo que se contrata ni ha aprobado el Presupuesto de 2025 en tiempo y forma como se comprometió a mediados del año pasado. Antes del 31 de diciembre, lo único que consiguió cerrar fueron esos viajitos “free” con su nueva amiga.   

Podemos estar de acuerdo o no con el modo en el que se organiza y se financia, pero no se puede cuestionar lo evidente: Navilan, la feria navideña de Arrecife, es un éxito sin paliativos. Lo es para la empresa que lo organiza, que ha sabido explotar un nicho de negocio nuevo, con la complicidad de las instituciones (Ayuntamiento, Cabildo y Gobierno de Canarias) y contar con el respaldo popular, que se ha dejado unos buenos cientos de miles de euros disfrutando de sus atracciones. Alguien ha hecho un negocio y ha dado un servicio de calidad, convirtiendo Arrecife en el centro de atracción de la isla en unos momentos donde la chiquillería y los jóvenes están de asueto, sin colegios, ni institutos ni universidades.

Sorprende, o no sorprende, que a pocos metros del Cabildo y del paseo marítimo se acumulen botellas de plástico y otras basuras sin que se recoja por el servicio municipal de limpieza. Al lado del  aparcamiento del mal llamado recinto ferial, se ve cómo se van acumulando estas basuras. En el lugar, en esa misma esquina del aparcamiento, los residentes de procedencia americana suelen reunirse las mañanas de los días festivos a beber y bailar con la música a todo volumen. Seguramente, el lugar del paseo les recuerde sus malecones de origen.

Los que conocemos a José Francisco Hernández García desde pequeñito, sabemos que es hombre que prefiere un mal acuerdo a un buen pleito. También sabemos que el conocido como Pancho Hernández (aunque el eterno aspirante a cronista, cuando le quería infravalorar, le citaba como el hijo de Lila, como si hubiera en el municipio de Tías muchas mejores señoras que aquella ya fallecida), es de los que cuando se propone algo, no descansa hasta conseguirlo. A finales de los años 80 del siglo pasado, los vecinos de Tías se tomaban a broma que se postulara como  alcalde. Pero él no dejó de intentarlo hasta que en el 2011 lo fue y se mantuvo en la Alcaldía hasta el 2019, aunque ganó también las elecciones de ese año. Muchos creyeron que si no repitieron, después de ganar las elecciones de 2019, fue precisamente porque el PP de Astrid Pérez los dejó fuera de la ecuación de pactos que llevaron a esta a la Alcaldía de Arrecife.

Muchos y muchas se echaron a reír cuando en esta misma sección TOP SECRET publicamos, hace unas semanas, que el diputado socialista Marcos Bergaz le había arrancado al consejero de Transición Ecológica y Energía del Gobierno de Canarias,  Mariano Hernández Zapata, el compromiso de desmontar los molinos de Montaña Mina desde el mismo 26 de diciembre de este mes. Las risas eran de escándalo. Muchos y muchas, incluso, se dirigieron a este periódico diciéndonos que cómo le hacíamos caso a Marcos semejante invención si el día de los inocentes era precisamente dos días después. Pues miren por dónde, el pasado 26 de diciembre se iniciaron las obras de desmonte de los caducos y ya peligrosos molinos del viejo e inactivo parque eólico de Montaña Mina.

Un pajarito con nido reciente en el Cabildo nos comentaba que Armando Santana está deshojando la margarita de si entra en el grupo de gobierno del Cabildo, después de que, al parecer, se le hiciera esa propuesta por el presidente y allegados. Nos dicen que Armando está valorando entre lo bueno que es gestionar cosas y tener acceso a la caja de ese dinero que “no es de nadie”, como son los presupuestos de las entidades públicas, y lo malo que es pasar, después, otra vez al anonimato cuando lleguen las próximas elecciones y se diluya “su obra” entre las acciones del grupo predominante.

Hubo sus rifirrafes entre el Ayuntamiento de San Bartolomé y el Cabildo por ver quién se hacía cargo de la demolición del viejo y ruinoso inmueble de la antigua discoteca Maüi, en las proximidades de la LZ-2, en Playa Honda.

El consejero de Binestar Social del Cabildo de Lanzarote, Marciano Acuña, se cree tanto su papel de hombre “bueno y sabio” que no le importa despotricar contra sus rivales políticos sin ningún tipo de filtros. Está convencido de que lo que él dice es “palabrita de dios” y que por ello puede decir de la misma forma verdades, medias verdades y mentiras enteras. Ya hasta se deja utilizar para hacer de correveidile de la “parejita feliz” que le sostiene en el Cabildo y contar sus mentiras en distintos foros. Y lo peor de todo, que se le ve muy contento en ese papel, lo que viene a demostrar que de “bueno, bueno… poco, poco”.

Una de las consecuencias del cambio global se puede apreciar en el patrimonio geológico del Parque Nacional de Timanfaya: “En los últimos tres años hemos comprobado que el sendero original del litoral, que circula por encima del borde del acantilado, está totalmente erosionado y perdido, por lo que el parque nacional debe cambiarlo”. Asegura Juana Vegas, segunda ponente de las Jornadas de Geología y coordinadora del Equipo de Investigación en Patrimonio y Geodiversidad del IGME-CSIC. Y no podemos sino darle la razón. Precisamente, el pasado miércoles, el director de ELPERIODICODELANZAROTE, Manuel García Déniz, tuvo la oportunidad de hacer ese sendero que une la Playa de La Madera (Tinajo) con El Golfo (Yaiza) de unos trece kilómetros de recorrido, que transcurre por el litoral del Timanfaya y pudo comprobar que el impacto del mar es tan evidente como que partes del sendero han desaparecido y otras zonas están a punto de colapsar por los embates del mar.

La Asociación Custodia del Territorio Papacría ha publicado en los medios de comunicación un artículo titulado “La deriva sinsentido de la feria Navilan” para avisar (¿o para alarmar?) sobre la elevada contaminación que supone poner una pista de hielo durante tres semanas en Arrecife. Y realmente me parece que es quedarse con la anécdota y olvidarse del verdadero problema por parte de una asociación que cae, de forma casi ridícula, en los devaneos más propios de los ataques entre gobierno y oposición, tan típicos en esta isla nuestra.